Buscan llegar a las 36 parroquias de Imbabura con nuevas iniciativas agrícolas

Referencia. El MAG reconocerá con un sello a los productores que no utilizan insumos químicos.
Referencia. El MAG reconocerá con un sello a los productores que no utilizan insumos químicos.

Redacción Ibarra.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) evalúa la planificación que se ejecutará en este año, dentro del marco de la denominada ‘Minga Agropecuaria’, para las 36 parroquias y seis cantones de Imbabura.

Diego Pereira, director provincial del MAG, explicó que se encuentran organizando la casa para iniciar a desarrollar las políticas dirigidas a uno de los sectores más importantes.

Dentro del plan denominado ‘100 días’ está inmersa la planificación que define el cómo dar respuesta a las necesidades y demandas que existen en la población agropecuaria.

“La gente tiene criterios del porqué no hay respuestas oportunas a sus demandas. Bajo estas consideraciones buscamos los elementos jurídicos y de gestión que permitan resolver en forma oportuna los pedidos”, dijo.

Pereira explicó que otra de las metodologías se orienta a que los funcionarios de este Ministerio se movilicen hacia la comunidad y no únicamente esperar que los agricultores visiten las oficinas de la institución.

Agenda 2018

La agenda de Imbabura en el sector agropecuario para este año se construirá con base a los aportes de los gobiernos parroquiales, municipales y las organizaciones. Pereira aspira que para la tercera semana de febrero la hoja de ruta esté lista.

La ‘Gran Minga Agropecuaria’, como se denomina, tiene nueve ejes que se refieren a desarrollar las cadenas productivas y la agricultura familiar.

Conocen que el gran “cuello de botella” en la agricultura es el comercio de los productos. Para dar viabilidad a esta situación es necesario juntar voluntades institucionales, experiencias que se han desarrollado en Imbabura y a nivel nacional.

Par el desarrollo del comercio de la agricultura familiar se implementará las ferias solidarias o circuitos cortos de comercialización, donde haya la venta desde el productor hacia el consumidor, evitando así a los intermediarios que, muchas veces, especulan con los precios.

La experiencia del nuevo director del MAG sobre este tema garantiza que se mejorará las ferias que funcionan en diferentes cantones.

El funcionario precisó que en Pimampiro, Cotacachi, Otavalo, Urcuquí y con la que se creará en Antonio Ante (fruticultura), están vinculadas unas 1.000 personas a esta actividad.

Según los cálculos del director, por cada salida de una persona a vender sus productos a la feria solidaria se genera entre 30 y 40 dólares. Eso significa que existe una ganancia de 30.000 dólares a la semana y 1 millón de dólares al año, repartidos entre los expendedores de productos.

No es una gran cantidad llevar ese dinero a las comunidades, pero sí es una salida a la situación económica.

El sello de la agricultura

Este sello es un reconocimiento al productor que hace un proceso de agricultura limpia con un rumbo hacia la agroecología o a otras alternativas.

La esperanza de que se cambie el modelo productivo pasa por un proceso educativo de los agricultores, que en su mayoría continúan produciendo con insumos químicos contaminantes.

Sin embargo, se ha comprobado que en la provincia y país se ha reducido en algún porcentaje la utilización de químicos, especialmente los de sello rojo.

El director del MAG sostiene que un gran segmento de la población no reconoce el esfuerzo de los agricultores que sacan sus productos libres de químicos a los mercados. (CHPW)