Nuestra patria

Mario García Gallegos

Resumen de grandeza y hermosura en la mitad del mundo. No en vano tus hijos, los de ayer, aquellos que crearon tu himno y tu bandera, aquellos visionarios: sus hombres y mujeres que trazaron las sendas sagradas de su estirpe precursora, aquellos que de las cumbres de los Andes, lanzaron al viento de la historia los gérmenes prolíferos del honor, la nobleza y rebeldía: la palabra, es el concepto y sentimiento de lo más caro y más profundo que puede sentir el ser humano en su existencia.

Palabra que nos llena el corazón de amor y de respeto, es la Patria, “la nuestra” que ha estado secuestrada por la horda forajida, que invocando tu nombre y hollando tus recintos ha sido traicionada por la facción terrible que ha pretendido y aún persiste en sojuzgarla.

Con esa introducción he querido remarcar en este artículo, lo que significa la patria, nuestro querido Ecuador, que está despertando de la pesadilla correista e intenta romper las cadenas opresivas de la famosa revolución ciudadana o socialismo del Siglo XXI.

En estos momentos se está gestando la esperanza de restituir la democracia, la libertad y el respeto a la institucionalidad por medio de la consulta popular convocada por una facción del mismo signo político. Muchos articulistas han consignado sus dudas sobre la sinceridad de este propósito como una artimaña montada para conservar el poder político. Sin embargo en estas circunstancias, el sí a las siete preguntas es indispensable.

Mientras tanto, el gobierno debe preocuparse de rectificar los rumbos en el manejo de la economía por la gravedad de la crisis en que está sumida la nación después de la orgía de la década ganada por los cómplices del caudillo que amedrentado por la reacción popular, acaba de huir nuevamente a Bélgica.