Urcuquí
Rodearse de mariposas multicolores, insectos nunca antes vistos, orquídeas, ríos, montañas, lagos… solo es posible en Imbabura. Las experiencias que se pueden vivir relacionadas con la aventura y la naturaleza se convierten en un imán para los amantes del riesgo.
Gabriel Vaca, de We Love Adventure, indicó que la provincia permite la práctica de turismo y deportes de aventura diversos y para todos los niveles de exigencia, desde niños hasta especialistas. En los cinco cantones que la conforman se pueden desarrollar senderismo, canyoning, parapente, canoismo, cicloturismo, kayac, paseos a caballo…, pero en donde más se los practica es en Otavalo, Ibarra y Urcuquí.
Urcuquí
En este último cantón, en la parroquia de San Blas específicamente en Timbuyacu es un lugar ideal para el turismo de aventura, pues representa un conjunto de recursos naturales ubicados en la comunidad de Iruguincho, a 20 minutos del centro del cantón, donde destacan sus aguas azufradas y termales provenientes del cerro Yanahurco.
Además, tras una caminata de una hora, aproximadamente, se podrá descubrir la deslumbrante cascada de Conrayaro con una caída de 45 metros. Y que en su entorno a simple vista se puede encontrar varias especies de flora, como el huatsi, guayabo, pucuna, sauce, arrayán, aliso, pumamaqui, helechos, arrayancillo, chilca, laurel, entre otros.
DATO
La deslumbrante cascada de Conrayaro tiene una caída de 45 metros.
Entre la fauna en cambio es posible observar torcazas, tórtolas, pavas, soche o venado, zorros, lobos, murciélagos, búhos, colibríes y golondrinas.
Cascada
Vaca expuso que lo que posee este lugar es único para la práctica del canyoning. El manto blanco del Conrayaro cae fuertemente mientras los aventureros alistan su equipo para descender por la pared rocosa, el frío es el ambiente por el que deben sobrepasar.
TOME NOTA
En el cantón Urcuquí en la parroquia de San Blas específicamente en Timbuyacu es un lugar ideal para el turismo de aventura.Al momento de descender las manos y pies son el motor principal para el canyoning, mientras la mano izquierda del aventurero en alto sujeta la cuerda, con la otra maniobra la soga que cuelga más de 40 metros. El ruido de la cascada es la fuente que acelera la adrenalina de quien realiza este deporte de aventura.
Vaca, explicó que al momento de descender de una cascada es realmente relajante como el agua desciende por tu cuerpo. “Una vez que se supera el susto, sobre todo para las personas que recién lo practican, se torna amena y divertida”.
Mientras se desciende, el aventurero, indicó que se debe hacer una pausa para observar la vegetación que posee este sector. Además que “en la mayoría de cascadas de Imbabura el agua sigue su curso, sin embargo en el Conrayaro unas piedras sobresalen en la parte alta y esto hace que el agua caiga como un chorro, lo que es muy relajante”.
Vaca explica que como We Love Aventura se busca masificar el turismo de aventura y promocionar los sitios en los que se puede hacer este tipo de turismo que a la larga puede ser un referente para el país. (FCDL)