Investigan presunto maltrato de padres

Referencia. La violencia intrafamiliar física y psicológica registra un aumento.
Referencia. La violencia intrafamiliar física y psicológica registra un aumento.

Redacción Imbabura.

Atemorizada por las presuntas agresiones constantes de padre y madre, una adolescente de 15 años habría comentado a una señora que “prefiere quitarse la vida”.

Según las investigaciones, una tarde fue vista por varios vecinos de su ciudad sentada frente a un portón, acompañada de una amiga de la misma edad, llorando desconsolada.

Una mujer salió a la vereda y le hizo señas para que se acerque. Según informaron, la muchacha apenas secó sus lágrimas con sus dedos y atravesó la calle corriendo.

“¿Por qué llora demasiado?”, le habría preguntado, a lo que supuestamente respondió: “tengo miedo de regresar a mi casa, mi padre anda por las calles buscándome para castigarme con una correa o con lo que encuentra, como siempre lo hace”.

La mujer dijo que permitió a las dos amigas entrar a su pequeño negocio. Pocos minutos después, cuando apenas había aliviado su desconsuelo, se habría escuchado la voz de un hombre, su padre.

Testimonio

La mujer supuestamente no permitió que el hombre encuentre a las menores, pero entabló un diálogo con la presunta víctima.

“Como se ha hecho costumbre, mi hermano menor y yo nos quedamos solos en casa mientras mis padres salen a trabajar. Ayer no llegué a tiempo del colegio y no pude retirar la comida del salón para mi hermano. La señora del restaurante se comidió en dejarle. Mi madre se enteró de esta falta y ese es el delito que he cometido”, habría expresado la menor, quien afirmó que supuestamente la castigan hasta cansarse y hasta le echan baldes de agua fría.

Comentó que hace algunas semanas su madre agredió a su hermano con un palo, lo que le produjo una herida en la frente. “El lunes le dijo que se ponga una gorra y se vaya a clases”.

Precisamente por esa presunta agresión, uno de los profesores notó algo extraño en el comportamiento del menor, lo llamó a un lado y le pidió que se saque la gorra.

DATO
Según las autoridades, existen casos que jamás son denunciados.

Informaron que el maestro se sorprendió cuando vio la herida en la frente, a lo que el menor habría respondido: “mi madre se enojó y me pegó con un palo, el pasado viernes tarde”.

Con estas evidencias, el profesor puso la denuncia. La Policía acudió hasta el hogar de los menores. El padre salió a responder. Los agentes explicaron el motivo de su presencia.

“Ustedes no tienen derecho a enseñarme como crió a mis hijos. Yo sé lo que hago con ellos, para que en el futuro no sean delincuentes, así que retírense de aquí”, les habría dicho.

Los policías sin más que hacer volvieron a su lugar de trabajo y la vida de los dos menores continúa de la misma manera.

Violencia

La violencia y maltrato a los menores en sus hogares registra un 31% y va en aumento, según estudios realizados en el país.

“Los padres aún resuelven los problemas a golpes, insultos y latigazos”, dijo un experto en violencia familiar.

El maltrato psicológico es de un 25% y el abuso sexual se estima en un 7%, según el Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (CNII).

“Una de las causas pude ser el exceso de trabajo de sus padres que deja poco tiempo para el diálogo con sus hijos. En este ambiente un niño es vulnerable a que otros lo maltraten en el entorno donde crece, así como en las unidades educativas. Ellos nunca avisan y se cuestionan: ¿por qué mis padres no me quieren?, ¿por qué no me explican qué es lo malo que he hecho?, ¿quién soy yo?”, agregó.

Protección

En caso de maltrato de violencia intrafamiliar y psicológica, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) es la institución llamada a proteger a los menores, y cuando los hechos son de gravedad coordinan con la Dirección Nacional de Policía Especializada de Niñas, Niños y Adolescente (Dinapen).

Las personas que conozcan de violencia contra los niños deben denunciar a las juntas cantonales de protección de derechos, a la Fiscalía o a la Dinapen.

El art. 156 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) dispone que quien llegue a causar lesiones será sancionado con privación de libertad de 30 días hasta tres años, según los hechos que sean comprobados. (Redacción Imbabura)