En Pimampiro, el ‘Tío’ cumplió 103 años de vida

Cumpleaños. En compañía de sus familiares, don Jorge Mejía celebró un año más de vida.
Cumpleaños. En compañía de sus familiares, don Jorge Mejía celebró un año más de vida.

Pimampiro.

Con lágrimas de emoción, Don Jorge Mejía cariñosamente conocido como “Tío”, celebró sus 103 años de edad junto a sus compañeros del Centro del Adulto Mayor; quienes no dejaron pasar desapercibida esta fecha tan especial y organizaron un pequeño homenaje por su cumpleaños. Globos, adornos, comida, sonrisas y mucha fraternidad fueron los elementos predominantes en esta actividad.

Lúcido

Un quebrantamiento en su salud lo ausentó durante algunos días, no obstante su voluntad y fortaleza no declinan pese a los años. Su lucidez está intacta y se vale por sí mismo para trasladarse hasta el centro todos los días. Con su carisma y sencillez se ha robado el cariño de todos sus colegas quienes ven a este hombre como un referente y ejemplo de vida.

Rufo Aguirre, presidente de la Asociación “Vida Nueva”, expresó su felicitación, destacando sus virtudes y por haber demostrado ser el compañero de todos. “Nos sentimos orgullosos de tener con nosotros a un baluarte y un hombre ejemplar muy querido”, manifestó.

Festejo

En compañía de su hija y nietos, Don Jorge disfrutó de una placentera jornada llena de alegría, donde incluso hubo tiempo para bailar al son del pegadizo ritmo popular de Byron Caicedo. La felicidad se puso en evidencia a través de su franca sonrisa que expresaba implícitamente esa gratitud por todo lo vivido.

Su vida

Su memoria está intacta, recuerda que contrajo matrimonio a los 28 años con Rosario Mejía Ponce y fruto de ello procreó nueve hijos, de los cuales siete fallecieron.

Actualmente le acompañan sus hijos Georgina, de 61 años, y Julio de 66, así como sus nietos y biznietos. Su esposa falleció hace cinco años.

Don Jorge recuerda que se ganaba la vida sacando cabuya de los pencos existentes en los valles del sector, para luego comercializarla a las ciudades vecinas. Producto de este arduo trabajo pudo comprar terrenos en Casachupa y el barrio San José, donde vive actualmente.

Bohemio
Entre muchas de sus anécdotas, recuerda las serenatas que daban en la localidad y las canciones que cantaban en aquella época. La actuación también era su fuerte, es así que junto a varios vecinos prepararon la obra de teatro titulada “Malditas sean las mujeres”, y con sus presentaciones recolectaron dinero para la construcción del convento de la localidad.

Su vida está llena de anécdotas e historias. Cada vez que las cuenta se le sale una sonrisa, trasladándose a aquellos tiempos en los cuales Pimampiro aún era un pueblo sin los servicios básicos y tan solo con chozas en lo que hoy es una gran ciudad.

El “Tío” aún goza de buena salud, tiene un problema de audición y un ligero dolor en su pierna producto de los años de trabajo. Quienes lo observan conversar y transitar por las calles del cantón Pimampiro se resisten a creer que tenga 103 años de vida. (EOCF)

TOME NOTA
El secreto de su eterna juventud es la alegría que le inyecta a la vida, no enojarse con nadie y agradecer a Dios.