El proyecto supera el millón de dólares, en su etapa inicial. Sin embargo, advierten que los resultados no se verán a corto plazo.
Redacción IBARRA
La implementación de seis jardines flotantes, alrededor de la laguna de Yahuarcocha, son parte de las primeras acciones para descontaminar este icónico espejo de agua, ubicado en la provincia de Imbabura.
La problemática ambiental en la laguna, de alrededor de 7 kilómetros de perímetro, volvió a la palestra hace aproximadamente un año, cuando concejales de Ibarra y técnicos realizaron un recorrido por los sectores aledaños, encontrando más de una novedad.
Sin embargo, la contaminación se evidencia desde hace más de 20 años. Por ejemplo, una primera declaratoria de emergencia se dio en 2002, por parte de la Alcaldía, para luego dar paso a una serie de intenciones de intervenir la laguna, por las siguientes administraciones municipales, pero que hasta la fecha no han dado una solución definitiva.
¿Cómo funciona un jardín flotante?
Los técnicos encargados del proyecto explicaron que una de las acciones del plan integral de recuperación de la laguna de Yahuarcocha es la implementación de seis jardines flotantes, con una planta acuática que prácticamente evita la formación de bacterias.
La implementación de los jardines consta de dos etapas. La primera fue la construcción de la estructura que protegerá las plantas acuáticas que intervendrán, mientras que la segunda es la adaptación, aclimatación y monitoreo.
“Hay más contaminación por las especies destructivas, plantas acuáticas que ahora están fuera de control. Buscamos la forma de introducir macrófitas acuáticas para que las aguas vuelvan a su equilibrio natural”, mencionó Lenin Reascos, especialista en ecología acuática y ecotoxicología.
Agregó que el plan de manejo y recuperación incluye la instalación de esteras flotantes, en distintos puntos de la laguna, con un tamaño de 6 x 2 metros, para el cultivo de plantas adaptadas al lago, mediante un proceso de crecimiento que llevará un tiempo.
“Dependiendo del plan de control, se podrá evaluar cuáles son los mecanismos más viables y que posteriormente lleguen a la laguna, para ver si se debe ampliar o disminuir las esteras”, comentó.
Contaminación histórica
Reascos también enfatizó en que se debe entender que esta no es la primera vez que la laguna muestra altos índices de contaminación, pues existe documentación histórica, bibliografía de principios y mediados del siglo pasado donde se da cuenta de la muerte de peces y pérdida de oxígeno disuelto, y en ese entonces una de las acciones también fue la introducción de la plantas acuáticas.
“Esta no es una solución de un día para el otro. Es una solución a mediano y corto plazo, que se combina con una serie de acciones que se tienen que dar en la laguna. Monitoreamos constantemente sedimentos, nutrientes, cuerpo de agua, históricamente, para ver a qué niveles llega la laguna, que es un ser vivo que hay que entenderlo”, añadió.
Intervención será en temas ambientales y turísticos
Andrea Scacco, alcaldesa de Ibarra, comentó que la inversión en Yahuarcocha no solo contempla la recuperación del espejo de agua, sino también adecuaciones en los alrededores, para incentivar a que la gente acuda a este sitio.
Añadió que el proyecto integral, que contempla ocho acciones puntuales, bordea el costo de $3 millones, donde se incluye la colocación de los seis jardines flotantes purificadores.
Las otras medidas son: construir un pantano húmedo artificial que reproducirá de manera controlada los procesos químicos, físicos y biológicos de eliminación de contaminantes; adquirir boyas de ultrasonido, que permitirán controlar el crecimiento de las algas que afectan al equilibrio de la laguna; levantar un centro de eviscerado de pescados para el proceso de lavado y descamado, para evitar las descargas contaminantes a la laguna; regenerar las orillas con senderos ecológicos, zonas de estancia y recreación; ampliar la red de alcantarillado; implementación de un sistema de videovigilancia con 10 cámaras con visión nocturna y sala de monitoreo; y, modernizar el ingreso a la laguna con un dispositivo electrónico.
La laguna está amenazada por el crecimiento desmedido de microalgas y cianobacterias, así como por descargas contaminantes de zonas agrícolas, residenciales y económicas aledañas.