Los seis cantones reportan emergencias, pero la zona de Intag, en Cotacachi, atraviesa la situación más compleja.
Redacción IMBABURA
En lo que va de este 2022, las lluvias no han dado tregua en Imbabura. Las precipitaciones se han reportado desde enero hasta mayo.
Las zonas rurales son las más afectadas, incluso hay zonas que han quedado incomunicadas. Se han registrado cierres de vías de primer, segundo y tercer orden, principalmente debido a deslaves, derrumbes, desbordamiento de fuentes de agua…
Según la Prefectura de Imbabura, en la época invernal la vialidad sufre daños constantes, con mayor impacto en las zonas rurales, donde se cuenta con cuadrillas de trabajo, con maquinarias y operadores para atender las emergencias inmediatamente.
La situación es crítica en ciertas zonas, con diferentes necesidades en las 36 parroquias de la provincia. En algunas ocasiones, las emergencias superan la capacidad operativa que tiene la Prefectura.
Intag, por ejemplo, es una de las zonas que presenta la mayor cantidad de problemas. Ahí se mantiene una programación periódica de mantenimiento vial, pero este año se han presentado más emergencias.
Técnicos de la Prefectura expusieron que cuando la maquinaria no puede intervenir en un determinado sitio, por la magnitud del daño, se busca la manera de operar en vías alternas, de segundo o tercer orden. El objetivo es evitar el aislamiento de las comunidades, muchas de ellas zonas productivas que necesitan las vías para comercializar sus cosechas.
Sin soluciones definitivas
En la presente semana se han reportado emergencias en los seis cantones de Imbabura, sin embargo, las afectaciones mayores están en Intag.
En esta zona, perteneciente al cantón Cotacachi, existen problemas desde la vía principal de ingreso, en el tramo Cuicocha – Apuela. Los derrumbes son constantes y el asfalto está siendo ‘devorado’ por los derrumbes en barrancos que hay en ciertos tramos. También hay muchos baches.
Dentro de este tramo, el enlace directo a la comunidad La Delicia es considerado un punto crítico. Ahí se dificulta la movilización por la cantidad de neblina intensa que se reporta a cualquier hora del día. La presente semana un vehículo cayó al barranco y hubo un herido.
Por otra parte, en vías de segundo y tercer orden, dentro de lugares como Peñaherrera, García Moreno, Plaza Gutiérrez, entre otros, los deslizamientos de tierra se reportan a diario. Los moradores temen quedar aislados por el cierre de los caminos y piden mayor atención de las autoridades.
“Si queremos trasladar nuestros productos agrícolas, nos encontramos con derrumbes en la carretera y no podemos salir hasta que solucionen. A veces, con mingas y la ayuda de los comuneros, se logra despejar un carril y circular.. En otros casos, si no llega la maquinaria pesada no podemos movernos”, expuso Ernesto León.
A esta opinión se sumó Odalia Morales, quien transita al menos cuatro veces a la semana desde Ibarra, capital de Imbabura, hasta El Triunfo, en la zona de Intag, mencionando que el deterioro de los caminos viene desde el año pasado, sin contar con la intervención necesaria.
“La vía principal, desde Cuicocha hasta Apuela, desde hace unos tres años no tiene un mantenimiento adecuado en el asfalto. Ya dentro de las comunidades, en el mejor de los casos, los caminos son de lastre y tampoco han sido intervenidos”, dijo.
Por su parte Cristian Vallejo, experto en temas de vialidad, añadió que la topografía de la zona de Intag es compleja, por lo que en ciertos tramos, donde existen incluso remanentes de bosque nublado, siempre hay humedad y se necesita tomar en cuenta otras particularidades en cuanto a diseños y materiales.
Agregó que una de las soluciones sería contar con un peaje, ante la capacidad de gestionar mantenimiento vial constante por parte de los organismos gubernamentales. (FV)
En las zonas urbanas de los cantones de Imbabura también se reportan problemas por las lluvias de mayo de 2022, con inundaciones y desbordamiento de ríos, principalmente.