Feriado con baja ocupación turística en Imbabura y Carchi

En la terminal de Tulcán la afluencia de personas fue menor a la de un día normal.

A pesar de contar con menos restricciones que en otros feriados, la ciudadanía prefirió las playas o quedarse en sus lugares de origen.

A pesar de que las misas y procesiones congregaron a una gran cantidad de personas durante el feriado de Semana Santa, el turismo local en las provincias de Imbabura y Carchi no reportó mayores porcentajes de recuperación.

Desde el sector turístico, propietarios de hoteles y hosterías mencionaron que si se compara con el feriado de Carnaval, el de Semana Santa no fue ni la mitad de bueno, pues la ocupación de las plazas hoteleras no cubrió ni el 50%.

Sin embargo, reconocieron que esta temporada de Semana Santa cambia es distinta frente a otros feriados como el de Carnaval, cuando las dinámicas de actividades son distintas. En este último fin de semana predominó el tema religioso, de recogimiento y reflexión.

“Se sintió una reactivación de la fe en las calles, con las procesiones, misas y otras actividades, que también fomentan otro tipo de negocios, pero más en el tema de la informalidad, mientras que podemos decir que los viajeros de otras partes no llegaron en gran cantidad al norte del país”, expuso Roberto Acosta, empresario turístico.

Panoramas similares

Mientras los cuatro días de feriado por Carnaval dejaron percepciones positivas en el sector turístico de Imbabura y Carchi, los tres de Semana Santa fueron lo contrario, a pesar de contar con menos restricciones por la COVID-19. 

Por ejemplo, mientras el feriado pasado, en lo que corresponde a la zona 1, que enmarca a las provincias de Imbabura, Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos, se registró la tasa de ocupación hotelera más alta de los últimos dos años, en medio de la pandemia, en Semana Santa el porcentaje disminuyó más del 10%, según las primeras estimaciones del sector.

Solo en Imbabura y Carchi, el reporte de ocupación de los hoteles fue del 55% en Carnaval, algo nunca antes registrado en la pandemia; pero en el mejor de los casos, el feriado último bordeó el 35%.

Este panorama se vio reflejado también en las principales terminales terrestres de ambas provincias, donde el flujo de viajeros estuvo lejos de ser el que se acostumbra en días de feriado, incluso por debajo del porcentaje de usuarios que normalmente ocupan las líneas de buses a diario.

Ni en Ibarra ni en Tulcán fue necesario aumentar frecuencias de transporte interprovincial o intercantonal.

En la capital de Carchi, por ejemplo, se estima que el promedio de personas que usaron la terminal de Tulcán fue de 1.300 diarias. Eso no representa ni un día normal cuando la presencia de viajeros es buena durante cualquier jornada entre semana.

En cuanto a las unidades que atendieron, se estima que un promedio de 115 unidades, de las 170 que pueden operar en total, partieron a diferentes destinos del país, con una ocupación que tampoco alcanzó el 100% en todos los buses.

Rumichaca con bajo flujo vehicular

Desde el ECU 911 se reportó que durante los tres días de feriado de Semana Santa hubo una carga vehicular baja en el tramo del puente internacional de Rumichaca, que une a Ecuador con Colombia, en las zonas de Carchi y Nariño.

El ECU-911 registró una carga vehicular baja en el puente de Rumichaca, durante el feriado de Semana Santa.

Desde los comerciantes colombianos, principalmente de Ipiales, se mostraba cierto optimismo por este feriado, pues esperaban vivir nuevamente una oleada de compradores ecuatorianos, que aprovechen el diferencial cambiario entre el dólar y el peso.

Sin embargo, el panorama no fue el que esperaban y, en general, contaron con una mayor presencia de turistas colombianos en su ciudad, principalmente por el Santuario de Las Lajas.

Según el reporte de las autoridades colombianas, un promedio de 80.000 personas llegaron hasta Las Lajas, de los cuales el 75% fueron de nacionalidad colombiana y el 25% de nacionalidad ecuatoriana. (FV)

Desde la Policía Nacional, comparado con el feriado del año anterior, se mencionó que se redujeron las alertas de emergencia de todo tipo, sin eventos de relevancia en delitos o actos violentos.
La masiva presencia de personas en las procesiones se contrastó con una ocupación baja en instalaciones turísticas y en las terminales.