Lo acusan de extralimitación de la fuerza, al cumplir su trabajo en medio de un asalto a mano armada a un menor de edad.
Redacción IMBABURA
Vestido con su uniforme verde oliva, de la Policía Nacional, el imbabureño Santiago Olmedo llegó hasta la Unidad Judicial de Riobamba, donde se instaló la audiencia preparatoria de juicio en su contra.
Al cabo segundo lo acusan de extralimitación de la fuerza, pues abatió a dos personas involucradas en un asalto a mano armada, donde intervino para que el delito no se consuma contra un menor de edad.
Audiencia
Este 30 de septiembre de 2021, Santiago Olmedo enfrentó a la justicia por segunda vez dentro de este caso, pues la primera fue el 11 de junio de 2021, cuando sucedieron los hechos y le impusieron tres medidas sustitutivas a la prisión preventiva, entre ellas el portar un grillete electrónico.
A las puertas del inicio de la audiencia preparatoria de juicio, familiares, amigos y allegados al policía protagonizaron un plantón, en las afueras de los juzgados donde se desarrollaba la diligencia, exigiendo el retiro inmediato de todas las acusaciones, pues afirman que cumplió con su labor.
Vestidos en su mayoría de blanco, portando banderas del Ecuador y pancartas que apoyaban la inocencia de Santiago Olmedo permanecieron en el lugar más de 10 horas.
“Que se retire ese grillete, porque no es un delincuente, es un profesional que juró ante la Patria defender a su pueblo. Y eso es lo que ha hecho. No ha cometido ningún delito”, dijo uno de los allegados de Olmedo, a través de un megáfono.
Otro de los presentes en el plantón, que mencionó que viajó desde El Oro hasta Riobamba para apoyar al policía, expuso que la protección legal a los uniformados es fundamental para que puedan ejercer su trabajo contra la delincuencia.
“O nos protegen a los compañeros policías o nos aliamos a los pillos. Aquí tiene que reinar la paz y la tranquilidad que nos da la Policía Nacional, para que sigan trabajando en favor de la ciudadanía”, indicó.
Resolución
A las 17:45, aproximadamente, terminó la audiencia, donde se conoció que los jueces decidieron llamar a juicio al policía Santiago Olmedo, por pedido de Fiscalía, al encontrar indicios de responsabilidad dentro del delito del que se le acusa.
Ante esto, Olmedo ahora deberá defenderse en una nueva instancia judicial, que lo podría sentenciar a una pena de 10 a 13 años de prisión. La decepción de quienes apoyaban a Olmedo fue evidente, así como el descontento por parte de sus abogados.
Entre las medidas en su contra consta que, por el momento deberá permanecer con el grillete en su pierna, con prohibición de abandonar su cantón de residencia, en Imbabura.
Familiares de los abatidos también piden justicia
Mientras se desarrollaba la audiencia preparatoria de juicio, este 30 de septiembre de 2021, los familiares de los abatidos también protagonizaron plantones, donde exponían a Brayan C. y Diego M. como personas inocentes.
Una de las hermanas de Diego M. explicó que cuatro menores de edad quedaron en la orfandad, alegando que su pariente era una persona trabajadora, dedicada a la construcción, a quien se le debía respetar su vida.
“Le dispara siete balazos a uno y seis al otro. Cinco por la parte de atrás, a una distancia muy cerca. Hemos tenido contacto con las pericias y nosotros tenemos derecho a la vida. Él no era ningún delincuente”, mencionó.
Dijo que la denuncia por extra limitación de la fuerza contra el policía Santiago Olmedo, no fue una decisión suya, sino directamente del fiscal, pues ellos pensaban seguir un juicio por asesinato.
Además, mencionaron que el policía habría huido del lugar tras disparar, lo que contrasta con la versión oficial de los uniformados, quienes relataron que llamaron a las ambulancias para que atiendan a los abatidos y luego fueron puestos a órdenes de los jueces, por sus propios compañeros de oficio.
¿Qué sucedió el día del asalto?
Santiago Olmedo forma parte de la Dinased (Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro).
En diálogo con LA HORA, contó los pormenores de aquel 11 de junio de 2021, día en el que con sus compañeros se encontraba en la ciudad de Naranjal, en la provincia de Guayas, realizando labores investigativas para desarticular una banda delincuencial.
En su intervención, al ver que un sujeto amenazaba con un arma a un menor de edad, un presunto delincuente murió en la esquina donde sucedieron los hechos y otro falleció en el hospital, mientras un tercero logró escapar.