Restricciones golpean a los restaurantes

Aforo. Afirman que sus ingresos se ven mermados al no poder atender al 100% de su capacidad.
Aforo. Afirman que sus ingresos se ven mermados al no poder atender al 100% de su capacidad.

Los propietarios dicen que algunas medidas implementadas para controlar la pandemia de COVID-19 los lleva prácticamente a la quiebra.

Redacción IBARRA

La reducción de aforos y limitación en horarios de funcionamiento son los dos factores que, entre los propietarios de restaurantes de Ibarra, coinciden son los que más afectan a sus negocios.

Aún sin poder recuperarse de los meses donde no funcionaron y las ventas se redujeron, manifiestan que están conscientes de la situación de aumento de contagios desde finales de 2021, pero afirman que cumplen con las normas de bioseguridad incluso con mayor diligencia que otro tipo de negocios.

Según Marco Proaño, propietario de un restaurante, para poder funcionar desde que comenzó la pandemia han tenido que invertir en adecuaciones, lo que ha golpeado más su situación económica, porque ha implicado un gasto que mira lejos recuperar.

“Nos pidieron incrementar los espacios de ventilación y separar las mesas. Tenemos que reducir la cantidad de personas y con menos horas al día. Siempre salimos perdiendo, mientras en otros negocios ni se toma en cuenta las aglomeraciones”, dijo.

Además, sobre la afluencia de personas en estas últimas semanas, afirmó que desde que comenzó enero prácticamente no han tenido clientela, a pesar de mencionar que regularmente el primer mes del año no es bueno.

Bajas laborales

Por su parte, Daniela Cadena, quien tiene una cafetería, comentó que para poder “sobrevivir a la pandemia” tuvo que reducir costos en arriendo, pago de personal y priorizar otros gastos, por lo que no considera que las restricciones las cambie el COE Nacional “de un día para otro”.

“Cuando comenzamos a querer despegar nos cambian las reglas del juego. Directamente, tuve que prescindir de dos trabajadores, a los pocos meses de comenzar la pandemia. Es casi como comenzar nuevamente de cero y en lugar de sentir apoyo parece que nos ponen el pie”, agregó.

Imbabura, en verde y amarillo

En enero de 2022, ante el aumento desmedido de contagios de COVID-19 en todo el Ecuador, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional dividió a los cantones por colores, como un semáforo, donde varía, según el avance del virus, las restricciones de aforo.

En el caso de la provincia de Imbabura, dos cantones están en semáforo amarillo y cuatro en verde.

Por lo tanto, en Ibarra y Otavalo, que están enmarcados en el color amarillo, con riesgo mediano de contagios, el COE Nacional restringe el aforo al 50% en mercados, entidades financieras, servicios públicos, restaurantes y negocios afines.

Mientras que los cantones en semáforo verde tienen medidas menos restrictivas, pero donde tampoco se permite el 100% de aforo, sino el 75%.

Desde el sector gastronómico, se prevé que llegar a una recuperación total tomará entre dos y tres años, por lo que hicieron énfasis en el apoyo de las autoridades para trabajar conjuntamente en mejores alternativas a las restricciones establecidas.