Por ordenanza municipal de Tulcán, la Reserva Drácula nace en la parroquia Chical.
Redacción CARCHI
Catalogada como el área natural más importante de la capital de la provincia de Carchi, la Reserva Drácula fue denominada, desde julio de 2022, como espacio protegido, para un manejo compartido entre el Municipio de Tulcán y la fundación Ecominga – Red de Bosques Amenazados.
“Después de un proceso de varios años, en los cuales se ha demostrado la importancia de este espacio biodiverso y su valor biológico, se consolidó un nombramiento que permitirá preservar y cuidar esta reserva”, explicaron desde la Municipalidad.
Javier Robayo, director ejecutivo de la Fundación Ecominga, resaltó que este lugar es un conjunto de terrenos con alto grado de especies endémicas, tanto en flora como en fauna, por ello es importante su preservación y cuidado.
“Los primeros pasos los dimos aproximadamente hace nueve años, con las primeras compras de terrenos por la fundación. Ahora llegamos a tener 2.000 hectáreas en este modelo de conservación natural”, dijo Robayo.
Lugar único
Para declarar este espacio como área de protección natural, desde la Alcaldía de Tulcán se impulsó una ordenanza para cambiar el uso de suelo de más de 2.000 hectáreas de terrenos ubicados en la parroquia Chical, para que sean zonas de valor intangible.
“Un adoquinado se puede hacer, un tubo se puede poner, pero cuando ya es tarde para reconstruir un entorno natural, prácticamente eso ya no se puede hacer. Y ese demasiado tarde es el que no queremos que llegue nunca”, dijo el alcalde Cristian Benavides.
Desde Ecominga resaltaron que la declaratoria es una alternativa para que Tulcán se ponga en los ojos mundiales, como un referente de conservación e investigación científica, en una de las áreas ecológicas más ricas del mundo.
Keith Willmott, científico Estados Unidos, señaló que Ecuador es uno de los tres países más diversos del mundo, por eso considera fundamental la preservación y la continuidad de todo tipo de estudios del ecosistema en la Reserva Drácula.
Según Ecominga, la reserva fue fundada por iniciativa del Jardín Botánico de la Universidad de Basilea (Suiza) en los años 2013 y 2014. Desde entonces, Ecominga ha realizado la compra de las tierras y se ha encargado de proteger las áreas adquiridas, con fondos que provienen de la comunidad del Jardín Botánico de Basilea, así como de los donantes estadounidenses Rainforest Trust and Orchid Conservation Alliance, ahora con la administración compartida con la Alcaldía de Tulcán. (FV)
