La obra pública llega a Las Golondrinas tras 50 años

Gasto. La inversión se enfocó en mejorar la vialidad principal del recinto.
Gasto. La inversión se enfocó en mejorar la vialidad principal del recinto.

Redacción IMBABURA

Después de aproximadamente 50 años de creación del recinto Las Golondrinas, en el límite entre Imbabura y Esmeraldas, los moradores del sector miran una inversión en obra pública.

Las calles céntricas ahora lucen adoquinadas y asfaltadas, tras su creación con tierra y lastre, lo cual, según los moradores, refleja un progreso y un cambio en el modo de vida, pues dinamizan las actividades productivas y generan mayor economía para las familias, que en su mayor parte se dedican al comercio, a la siembra y al cultivo de palma africana, palmito, cacao y maracuyá.

El proyecto regenerativo vial se concretó con una inversión de alrededor de 250.000 dólares, por parte de la Prefectura de Imbabura, tomando en cuenta adoquines en calles secundarias y la rehabilitación asfáltica de la avenida Arias Guerrero, desde el  fin del  puente carrozable hasta la calle Otavalo, en una longitud de 580 metros.

“Las obras son importantes porque son el sueño cumplido de los habitantes, quienes desde la fundación del recinto nunca supieron lo que es contar con caminos modernos para la movilización. La parte central y las comunidades lucían un evidente abandono. El tránsito de personas y vehículos era tortuoso, pues debían sortear enormes baches por todo lugar y así transcurría el tiempo, sin que autoridad alguna fije sus ojos en este asentamiento”, expusieron desde la Prefectura de Imbabura.

“Tal como lo ofrecimos, años atrás, entregamos obras para que el recinto se convierta en un lugar digno para vivir”, dijo el prefecto Pablo Jurado, agregando que con las vías en condiciones óptimas están en capacidad de explotar mejor la producción y potenciar el turismo para obtener más ingresos económicos.

Hasta 2016, Las Golondrinas era un sector no delimitado. Pero, tras una consulta popular en su territorio, oficialmente pasó a ser parte de Imbabura.

Esto también causó la falta histórica de inversión pública, pues las autoridades provinciales no sabían si las obras eran competencia de Esmeraldas o Imbabura. (FV)