Familiares de dos desaparecidos en Imbabura recibieron sus osamentas

Protocolo. Tras las denuncias, las labores de búsqueda de la Dinased dieron resultados, aunque en diferentes lapsos de tiempo.

REDACCIÓN IMBABURA.- Tras las respectivas investigaciones, agentes policiales de la Dinased de Imbabura encontraron a los ciudadanos que en vida fueron Mario Alselmo Pineda Potosí y Luis Enrique Escola Sandoval, desaparecidos de sus hogares el 9 de enero del 2020 y el 8 de marzo del 2016, respectivamente.

En rueda de prensa realizada en Ibarra, Víctor Herrera, comandante de la Subzona Imbabura; junto a Jaime Valencia, jefe de la Dinased en la provincia, informaron sobre el trabajo efectuado.

Además, ayer (25 de febrero), las osamentas encontradas e identificadas fueron entregadas a los familiares de cada uno de los ciudadanos desaparecidos.

En Pimampiro 

Mario Alselmo Pineda Potosí habría salido de su domicilio el 9 de enero del 2020, cuando cumplía 18 años de edad. Fue visto por última vez aproximadamente a las 15:00 de ese día, en el sector La Florida, parroquia Mariano Acosta, cantón Pimampiro. Su madre y familiares no volvieron a saber nada de su hijo.

Una vez formulada la denuncia, agentes de la Dinased iniciaron las investigaciones, obteniendo resultados el 4 de abril del 2020, cuando encontraron unas osamentas y prendas de vestir en el sector de San Juan, en Pimampiro.

Los huesos fueron ingresados al Centro Forense de Pichincha. Luego de las pericias, análisis y cotejamiento de ADN, con las hermanas del desaparecido, se obtuvo el resultado positivo de consanguinidad, es decir se trataba de la misma persona que fue declarada desaparecida el 9 de enero del 2020.

Desapareció en Ibarra

Luis Enrique Escola Sandoval, de 85 años de edad, el 8 de marzo del 2016 salió de su domicilio ubicado en la comunidad El Chilco, parroquia Angochagua, con rumbo a la ciudad de Ibarra. 

Según testimonio de la familia, había salido de su hogar para cobrar el bono de desarrollo humano. Desde ese día desconocieron su paradero.

La investigación dio cuenta que el ciudadano salía de su hogar en reiteradas ocasiones y regresaba después de varios días. Tenía problemas de alcoholismo, por lo que los familiares no presentaron la denuncia en forma inmediata.

Sin embargo, una vez que la Dinased conoce de la desaparición de Luis Enrique, inició el proceso de investigación, hasta que el 22 de noviembre del 2020 encontraron unas osamentas  y prendas de vestir en una cueva de la comunidad el Chilco, cerro de Pumamaqui, que fueron ingresadas al Centro Forense de Pichincha.

Tras las pericias de antropología y cotejamiento de ADN, se determinó que se trataba de la misma persona que se encontraba como desaparecida en la provincia de Imbabura, desde hace cuatro años.