Un día como hoy 21 de Febrero de 1747 nace en Quito un gran médico ecuatoriano, Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz Espejo y Aldás una de las figuras destacadas en todo el contexto de la palabra, el primer médico precursor de la medicina ecuatoriana, con un agigantado talento, por su inteligencia y una gran capacidad científica en sus conocimientos que llego a ensombrecer a los colegas de su época y por el gran sentido humanitario con el que ejerció su profesión, con dedicación y esmero para la gente más vulnerable de nuestra patria.
Con motivo de conmemorarse este gran acontecimiento como el día del médico rindo un efusivo saludo a esos luchadores incansables de bata blanca que han estado en primer plano luchando en el frente de esta batalla contra el virus de la muerte como es el COVID 19 y las múltiples mutaciones que se derivan del mismo, en estos últimos tiempos es admirable el trabajo arduo que nuestros médicos ecuatorianos y del mundo entero, recogen con devoción cívica el legado de sus carreras profesionales de servicio con tenacidad a la comunidad que los necesita y en especial a los ecuatorianos que estamos pasando por esta pandemia de dolor y angustia.
En mi memoria queda impregnado el valor y esfuerzo que realizan nuestros médicos cumpliendo el juramento Hipocrático de lucha contra el mal, la injusticia salubre, contra la ignorancia de las enfermedades y hago votos por que nuestros médicos ecuatorianos sean reconocidos como baluartes ante esta pandemia que han velado y siguen velando por la salud del pueblo, siguiendo un ejemplo del pionero de la medicina en nuestro país el eminente maestro y médico Dr. Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz Espejo y Aldás como una permanente vocación a sus enseñanzas. Como es de nuestro conocimiento la baja de esta pandemia depende de la colaboración ciudadana y del pueblo manteniéndonos en casa.