Recibir turistas en la ruralidad

Será una tendencia muy marcada. La nueva oportunidad para el Ecuador se encuentra en nuestros campos y en las experiencias que seamos capaces de ofrecer, tanto al turista extranjero como al nacional, de este segmento. No olvidemos que el turista busca nuevas experiencias, vivencias y sensaciones para su vida, en el corto espacio de tiempo que puede dedicar al ocio y a la recreación, siempre y cuando estas experiencias estén rodeadas de garantías de seguridad para su salud y para su vida, bajos riesgos, higiene, alimentación adecuada, logística a punto y excelencia en la atención. Pagan por eso. Los países van a competir por ese mercado y solo podrán captarlo los que se han preparado como destino, los que supieron venderse, armaron sus protocolos, y los que pudieron implantar todo su sistema logístico a los más bajos costos.

Los establecimientos turísticos ubicados en el campo como son las casas de hacienda, hospederías rurales, agrupaciones de turismo comunitario y otros similares se habrán convertido en el eje del hospedaje, de la alimentación y de la provisión de las experiencias para este tipo de turista. Caminatas, paseos a caballo en carreta o en bicicleta, visita a comunidades, sitios geológicos, lagos, ríos, valles, observación de flora y fauna, aventuras de todo tipo, participar de la vida de una finca como arrear, ordeñar, cosechar, manejar un tractor, hacer fogatas, guitarrear, aprender de culticos y crianza de animales, etc., son actividades y experiencias que buscarán aquellos de origen citadino que son la mayoría, porque estas se desarrollan en espacios abiertos y ventilados. Las comunidades tendrán la oportunidad de mostrar sus culturas y vender artesanías. Las agencias de viajes receptoras y la “guianza” profesional tendrán un nuevo reto y una excelente oportunidad, porque el turista debe recibir asistencia en cada minuto de su experiencia.

El esfuerzo privado para integrar estos productos tiene que ser acompañado por los organismos públicos y sus autoridades. A estos les corresponde armar protocolos, sistemas de información, promoción y comercialización, transformar los sistemas logísticos de transporte y comunicaciones a lo largo de toda la cadena, desde que el turista llega al puerto de entrada al país hasta que se despide, en fin. El concepto de “Gestión de Destino” se vuelve cada vez más indispensable. La pregunta de siempre: cómo nos organizamos y quién lo hace?. Las oportunidades siempre están allí, pero la mayoría de veces se pierden por no saber afrontar colectivamente. Si no damos pasos, nadie lo hará por nosotros.