En la parroquia rural de Ibarra se realizan decomisos de material minero explotado ilegalmente.
Redacción IMBABURA
La minería ilegal se ha convertido en un ‘dolor de cabeza’ permanente en la provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador.
Esta vez, la parroquia rural de Lita, perteneciente a Ibarra, capital provincial, se ve acechada por la explotación irregular de los recursos. La última semana se han encontrado más de 500 bultos de material mineralizado.
Según autoridades policiales y militares, que han logrado los últimos decomisos de minería ilegal, las alertas se encienden nuevamente por la cantidad de bultos localizados, que son casi el doble de lo que se incauta semanalmente en este tipo de zonas.
Según fuentes militares, en lo que va del 2022, en promedio se han localizado 1.000 bultos con rocas mineralizadas cada mes, pero en lo que va de julio, solo en la primera semana ya bordean los 600 bultos.
Casos puntuales
Un factor que preocupa a las autoridades es que, a diferencia de los meses pasados, la mayor cantidad de los decomisos registrados en julio de 2022, solo en la primera semana, se dieron en carreteras y no en campamentos mineros irregulares, que se localizan en medio de la espesa vegetación de la zona o en pequeños centros clandestinos de acopio.
Por ejemplo, el 5 de julio de 2022, dos personas fueron detenidas al intentar evadir un control policial en la parroquia de Lita, camuflando 255 sacos de material minero con costales de abono orgánico, donde además se encontraron $1.000 en efectivo.
De igual forma, apenas iniciado el mes, dos camiones fueron retenidos en Lita, mientras transportaban 387 bultos llenos de material aurífero producto de la actividad minera ilegal.
En este último caso, las autoridades no detuvieron a nadie, pues los conductores de ambos camiones escaparon.
Una particularidad en ambos casos es que las placas de los camiones pertenecen a las provincias de Pichincha y Guayas, los cuales fueron trasladados hasta los patios del Comando de Policía de la Subzona Imbabura, para ser puestos a órdenes de la autoridad competente, junto con las evidencias.
Aprovecharon el paro
Policías y militares de Imbabura resaltan que la minería ilegal es un delito que involucra a bandas delincuenciales organizadas. Dichos grupos habrían aprovechado la paralización y las protestas sociales que duraron 18 días, para intentar sacar la mayor cantidad posible de bultos y reorganizar sus actividades irregulares.
Las autoridades reconocen que la operatividad en determinadas zonas se reduce cuando existen temas de conmoción nacional que requieren la mayor atención por parte de la fuerza pública, por lo que una vez retomadas sus operaciones regulares han logrado los últimos decomisos, que son una muestra de que la minería ilegal está enquistada en Imbabura.
Incluso, entre los hallazgos obtenidos sólo en los últimos meses, los militares han localizado más de una veintena de bocaminas de extracción activas en diferentes puntos de Imbabura, donde las evidencias de la explotación irregular muestran campamentos clandestinos con generadores de luz, poleas, taladros, alimentos, colchones, cobijas y ropa. (FV)
Según el Código Integral Penal, se sanciona con “pena privativa de libertad de 5 a 7 años a quien extraiga, explote, explore, aproveche, transporte, comercialice o movilice recursos mineros sin los permisos requeridos por la ley”.