Violenta marcha paralizó nuevamente Ibarra

Llegada. El pueblo kichwa Karanki lideró la protesta este 23 de junio en Ibarra. Se unieron sindicatos, transportistas, comerciantes de mercados, entre otros.
Llegada. El pueblo kichwa Karanki lideró la protesta este 23 de junio en Ibarra. Se unieron sindicatos, transportistas, comerciantes de mercados, entre otros.

El décimo primer día de paro en Imbabura se tomó la capital provincial, tras dos días de tensa calma en esta ciudad.

Redacción IBARRA

Que Ibarra, capital de Imbabura, tenga locales comerciales y de servicios funcionando, a diferencia de otros cantones, como Otavalo y Cotacachi, donde todo se ha paralizado desde hace más de 10 días, fue suficiente motivo para que grupos de indígenas lleguen a tomarse la ciudad.

Este 23 de junio de 2022, desde las 06:00 comenzaron a bajar desde las comunidades altas de la zona rural de Ibarra, como La Esperanza, Zuleta, Rinconada, Magdalena, para recorrer todo el casco urbano, que el 21 y 22 de junio funcionó con relativa normalidad.

El objetivo principal era obligar a que todo tipo de establecimiento, sea comercial o de cualquier giro, cierre sus puertas y así paralizar la capital provincial, como ya sucedió dos veces anteriores, en más de 10 días de paro.

“Es sumamente injusto que mientras nosotros, la gente del campo, estamos en la calle protestando por cosas que nos benefician a todos, no solo a los indígenas, en la ciudad siga todo funcionando, como si nada pasara”, dijo uno de los protestantes.

Recorrido

En un principio, la caravana concentró a decenas de personas, con banderas de Ecuador y consignas pidiendo la salida del presidente Guillermo Lasso, quienes permanecían juntas recorriendo las calles, pero con el pasar de la jornada fueron dividiéndose para abarcar prácticamente todos los negocios de la ciudad.

Su trayecto, entre los lugares más destacados, fue por el mercado central de Ibarra, donde los comerciantes pretendían volver a trabajar este 23 de junio, tras un cierre voluntario de tres días, como una decisión de la directiva para apoyar las protestas. Sin embargo, hoy tampoco pudieron vender con normalidad sus productos.

Algo similar ocurrió en el mercado del barrio Santo Domingo y el Mayorista, donde los protestantes llegaron a verificar que nadie trabaje y que las puertas estén cerradas.

 Ataques

También avanzaron por avenidas populosas, entre zonas residenciales y comerciales, como la Mariano Acosta, Jaime Rivadeneira, Fray Vacas Galindo, entre otras. Con lanzas, machetes y palos intimidaron a los comerciantes, según denunciaron los afectados. Los hechos se evidenciaron a través de videos en redes sociales.

“Yo no quise cerrar y me amenazaron no solo con saquear el local, sino con hacer justicia indígena. Estoy de acuerdo en que tienen el derecho a protestar, pero no nos pueden obligar a la brava a que todos estemos de acuerdo con sus pensamientos”, dijo Santiago Reina, quien regenta uno de los negocios que funcionan en la avenida Jaime Rivadeneira.

Incluso, conductores de vehículos particulares, comerciales, como taxis, motos de reparto, carros de distribución, de los pocos que circulan en la ciudad por la escasez de gasolina, revelaron que los indígenas se acercaban con lanzas a pinchar sus llantas.

“A un compañero taxista que estaba por el sector de la avenida Teodoro Gómez le persiguieron unas 20 personas. Si dicen que son pacíficos, no entiendo por qué tienen que estar amedrentando. En las radios también nos informaron que colocaron clavos en ciertas calles”, expuso Fabricio Vega, conductor de taxi.

Ciudadanía asustada

Precisamente, desde el pueblo kichwa Karanki, que lidera las protestas en Ibarra, mientras en Otavalo lo hace la FICI y en Cotacachi la Unorcac, un día antes de la movilización de este 23 de junio de 2022, se había afirmado, en un comunicado público, que la marcha iba a ser “pacífica”, resaltando que se evitaría atentados contra propiedades públicas y privadas.

Además, ante audios que pusieron en zozobra a la ciudadanía, sobre una presunta toma de fuentes de agua y centrales eléctricas en Ibarra, agregaron que sus movilizaciones tienen el “objetivo de hacer presencia e invitar a las familias ibarreñas a que se sumen al paro”, resaltando que evitarán este tipo de acciones y las confrontaciones con la fuerza pública, absteniéndose, entre otras cosas, de actos violentos.

Sin embargo, esto no se cumplió. Además de las intimidaciones a comerciantes y taxistas, en medio de sus marchas, los manifestantes quemaron llantas afuera del ECU-911.

Analizarán si vuelven

Anita Carrillo, presidenta de la Junta Parroquial de La Esperanza, dijo que esta vez la planificación de la marcha buscaba “concientizar a las familias de la ciudad de este proceso de lucha y resistencia, porque los 10 puntos que pedimos prácticamente afectan a todas las familias”.

Hasta el mediodía, Carrillo calificó al día 11 de protesta en Imbabura como exitoso, por la convocatoria que tuvo, a pesar de que en la provincia, en cierta parte, las concentraciones han bajado de tono, principalmente por el viaje de cientos a Quito, donde se concentran ahora las manifestaciones más fuertes.

“Yo siento una felicidad muy grande, porque pensábamos que solo en la parroquia La Esperanza, allá arriba en el páramo, luchábamos día a día, noche a noche, por defender nuestros derechos, mientras la ciudad no se solidariza y sigue activa, lo que para nosotros era una preocupación, pero hoy demostraron esa solidaridad y unidad”, dijo frente a decenas de persona del pueblo Karanki, en el sector del Obelisco, hasta donde llegaron también representantes de organizaciones sindicales.

Sobre si volverán a protagonizar marchas en la ciudad o si se quedarán en sus comunidades, dijo que esas decisiones se toman en las asambleas diarias que tienen todos los pueblos kichwa, donde se planifican las medidas de hecho y se evalúa cada jornada. (FV)

La escasez de gasolina en Imbabura, por los permanentes bloqueos en las vías, ha ocasionado la suspensión total del transporte público y la recolección de basura.
En Otavalo y Cotacachi continuaron los bloqueos viales y marchas, donde nadie trabaja desde hace 11 días. Asimismo, este 23 de junio, en camiones, enviaron a más delegados a Quito.