En Imbabura la gente toma en la vía pública a diario

Controles. A diario se encuentran personas tomando en vías y parques, principalmente en Ibarra, capital de la provincia.
Controles. A diario se encuentran personas tomando en vías y parques, principalmente en Ibarra, capital de la provincia.

El retiro de los libadores impide que el trabajo policial se enfoque en atacar a la delincuencia.

Redacción IBARRA

A cualquier hora del día o la noche, en parques, veredas y espacios públicos, personal policial y municipal retira a personas que se encuentran tomando licor.

Este tipo de situaciones se han convertido en un ‘dolor de cabeza’ para los uniformados, quienes se ven obligados a acudir a estos lugares para retirar a quienes se encuentran tomando.

Según las estadísticas de la Policía Nacional, del 3 al 9 de enero de 2022 se retiró a 908 libadores de sitios públicos, convirtiéndose en una de las intervenciones más frecuentes en los operativos a lo largo de la provincia.

Según los reportes del ECU-911, se ubica a los imbabureños como los cuartos a escala nacional en consumir licor en las calles, estando detrás de Guayas, Pichincha y Azuay. Sin embargo, en cuanto a población, Imbabura está muy por debajo de las antes mencionadas, que le duplican y triplican en número de habitantes.

Un problema para todos

La ingesta de licor y las llamadas de auxilio por este tipo de casos se han convertido en un problema no solo para los ciudadanos, sino también para las autoridades de control.

Desde la Policía expusieron que este tipo de alertas ocasionan que las unidades policiales desvíen  sus recorridos y patrullajes de seguridad ciudadana, para  acudir a retirar borrachos de las calles.

Además, detallaron que el alto consumo de alcohol en la provincia también es un factor detonante para riñas, agresiones intrafamiliares y otros delitos, que implican desplegar, principalmente los fines de semana, una gran cantidad de uniformados para atender estos casos, quedando la seguridad ciudadana en un segundo plano.

Como un ejemplo de esto, Norman Cano, comandante policial de Imbabura, expuso en su momento que si un sábado salen 100 policías en horas de la noche y madrugada, solo 30 hacen labores referentes a la seguridad ciudadana, mientras los otros 70 tienen que ir a los bares a hacer el cierre y recorrer las calles para evitar que sigan consumiendo alcohol.

Más sanciones

Juristas y uniformados coinciden en que el retiro de los libadores no es suficiente, pues hace falta una normativa legal, que imponga sanciones ejemplares y que se haga cumplir.

A decir del abogado Paúl Jaramillo, en ciertos cantones de Imbabura, como Ibarra, sí existe una ordenanza que prohíbe ingerir bebidas alcohólicas en lugares públicos,  como aceras, calles, vehículos, parques y plazas de la ciudad, con una sanción que va desde el 10% de una remuneración básica, que sería alrededor de $42,50, así como trabajo comunitario, pero que se debería aplicar con mayor rigurosidad.

En el último feriado de Fin de Año, Ibarra estuvo entre las ciudades con el mayor número de denuncias de libadores y fiestas clandestinas a escala nacional.

El problema de los libadores viene desde antes de la pandemia de COVID-19. En febrero de 2020, en seis días se retiraron a casi 4.000 personas de espacios públicos en la provincia.