Comunidades indígenas lograron acuerdos con las autoridades, para levantar el bloqueo del puente internacional de Rumichaca, la noche del 28 de febrero de 2025.
Redacción CARCHI
El paso por el puente internacional de Rumichaca, que une a Ecuador y Colombia, comienza a normalizarse de a poco, entrada la noche del 28 de febrero de 2025, luego de tres días de bloqueo total.
Comunidades indígenas de Colombia, principalmente, así como de Ecuador, que se asientan en el cordón fronterizo, se tomaron el principal viaducto que une a ambos países, desde la mañana del 26 de febrero, como una medida de protesta por la destrucción de dos puentes sobre uno de los ríos que divide a las dos naciones.
Una mesa de diálogo se instaló desde la mañana de hoy (28 de febrero) en Ipiales, entre autoridades nacionales colombianas y comuneros indígenas de la zona fronteriza, donde se establecieron 14 acuerdos que permitieron levantar la medida de hecho adoptada.
Al finalizar la reunión, empezando la noche, Luis Alfonso Escobar, gobernador colombiano de Nariño, comentó que se firmó un documento donde se plasmaron las medidas que se tomarán en torno a este tema, principalmente desde la parte de Colombia, quienes dicen ser los principales afectados por esta situación, resaltando que es necesario tener acercamientos con autoridades de Ecuador para respetar este tipo de resoluciones.
“Hoy hay una movilización en Rumichaca, pero quien hizo el efecto sobre las comunidades no es el Gobierno colombiano, sino el Gobierno ecuatoriano”, dijo ante medios locales de Nariño, al tiempo de enfatizar en que se pedirá diplomáticamente a Ecuador explicaciones por la destrucción de los puentes, así como no volver a derribar este tipo de infraestructuras comunitarias.
Precisamente, según autoridades militares ecuatorianas, a quienes se les atribuye el derribo de dos puentes ubicados en zonas rurales binacionales, la justificación es que eran usados por grupos delictivos transfronterizos, relacionados con narcotráfico y minería ilegal.
Sin embargo, en las comunidades indígenas Awá, Pasto y Quillasinga, se catalogó esta acción como un atentado a sus derechos, afirmando que estas estructuras fueron levantadas hace miles de años, a base de mingas, como parte de la dinámica social que siempre han tenido en esta región desde hace miles de años.
“Esos puentes son legítimos y lo que se plantea en términos de la ilegalidad no se puede resolver tumbando puentes. Estas comunidades también se comprometen en que van a hacer una declaración de que ninguna ilegalidad pase por sus puentes e inclusive están dispuestos a que la guardia indígena pueda servir de articulación con los mecanismos de seguridad que hoy tienen los dos países”, comentó Escobar.