La irresponsabilidad ciudadana hace que los policías desplieguen su mayor esfuerzo a supervisar a los libadores.
Redacción IMBABURA
Asaltos a plena luz del día, en lugares públicos ,como restaurantes, entidades bancarias o parques, se han vuelto noticia recurrente en Imbabura, así como en otras provincias del país.
Precisamente, el incremento de la delincuencia obligó al Gobierno a decretar un estado de excepción, desde el 18 de octubre de 2021, desde donde vinculan a este problema con el crimen organizado y el narcotráfico, principalmente.
Sin embargo, desde analistas sociales también se añade que el problema va de la mano con la falta de oportunidades laborales y la profunda crisis que dejó la pandemia en ciertos sectores de la sociedad.
Con esto también concuerda la comandante general de Policía, Tannya Varela, quien ha afirmado que hay miedo en la ciudadanía debido a la inseguridad que va en aumento.
En Imbabura
Según las estadísticas policiales, en los seis cantones de Imbabura ( Ibarra, Otavalo, Cotacachi, Antonio Ante, Pimampiro y Urcuquí) se detiene a un promedio de 10 a 15 personas al día, tanto por delitos como por contravenciones, es decir no todos están ligados a la delincuencia.
Un tema que preocupa a la Policía en la localidad es el alto consumo de alcohol, pues aparte de ser un factor detonante para riñas, agresiones y delitos, implica desplegar, principalmente los fines de semana, gran cantidad de uniformados para atender estos casos, quedando la seguridad ciudadana en un segundo plano.
“Un sábado salen 100 policías en horas de la noche y madrugada, de los cuales solo 30 hacen labor de seguridad ciudadana y los otros 70 tienen que ir a los bares a hacer el cierre y evitar que sigan consumiendo alcohol”, dijo Norman Cano, comandante policial de Imbabura, ante medios locales.
Agregó que el problema del alcohol también se ve reflejado en las estadísticas de muertes violentas: se han reportado 15, hasta octubre de 2021. “De esas, 8 son por violencia interpersonal, es decir referentes a riñas, mientras que 7 son por violencia criminal”.
Incluso habló de que el consumo de alcohol podría estar relacionado con los reportes 4 o 5 diarios de violencia intrafamiliar que reciben.
Delincuencia frena la reactivación económica
Desde el sector empresarial se menciona que la delincuencia incide directamente en frenar la reactivación económica que esperan los negocios y ciudadanos, por lo que han coordinado con la Policía sistemas de comunicación internos para alertar cuando exista peligro en algún local, así como botones de alarma.
Para el economista Óscar Reyes es importante que se tenga un ambiente de paz, para que tanto los consumidores como los emprendedores no sientan el temor de ir a determinado sitio y ser víctimas de la delincuencia.
“Al abrir un negocio se tiene miedo de que se roben sus ganancias, patrimonio, inversión y que hasta le maten. Por otro lado, con los últimos casos de asaltos en restaurantes, los clientes también sienten temor”, dijo.
En Ibarra, los barrios comenzaron a organizar brigadas de seguridad entre los vecinos para recorrer las calles durante las noches.