Imbabura puede aprovechar más el reconocimiento de Geoparque Mundial

Provincia. El territorio imbabureño se distingue esencialmente por sus características geológicas, con lagos, lagunas y cascadas prácticamente en todos los cantones.
Provincia. El territorio imbabureño se distingue esencialmente por sus características geológicas, con lagos, lagunas y cascadas prácticamente en todos los cantones.

La Unesco fue la encargada de evaluar la nominación de la provincia, inédita en Ecuador. Sin embargo, el próximo año se evaluarán los parámetros para mantener o no esta denominación.

La riqueza natural y cultural, en medio de lagos, lagunas, volcanes, con lugares de belleza única, en los 4.599 km2 de superficie que tiene Imbabura, le valieron que en el 2019 la Unesco lo declare como el primer Geoparque Mundial del Ecuador.

Tres años después, mientras se celebra un aniversario más de la declaratoria, en medio de actividades especiales, ya se piensa en la evaluación que harán los organismos mundiales para ratificar o suspender la calificación.

Pablo Jurado, prefecto de Imbabura, dijo que ser considerados como un Geoparque significa tener renombre no solo en el contexto nacional sino a nivel internacional, considerando necesario que las entidades gubernamentales entiendan que el cuidado del patrimonio geológico de la provincia no es solo responsabilidad del país sino de todo el planeta.

“La denominación da a la población un sentido de orgullo y fortalece su identificación con la zona. Además, estimula la inversión en proyectos anclados a esta categoría, ayuda a la creación de nuevas fuentes y oportunidades de ingresos a través del geoturismo y, a la vez, se protegen los recursos geológicos de la zona”, expuso.

Evaluación en el 2023

Carlos Merizalde, director general de Geoparque Imbabura, explicó que las evaluaciones para presentar avances y problemas en el proyecto se entregan periódicamente a la Unesco, pero aclaró que en 2023 se darán los resultados para saber si se mantiene o no la denominación, con la seguridad de que se ratifica.

“Se contempla una evaluación de alrededor de 200 indicadores, donde hay que hacer una autoevaluación y luego los evaluadores de la Unesco vendrán a hacer la verificación de los progresos”, explicó.

Según las autoridades imbabureñas, la denominación de Geoparque Mundial ha marcado un antes y un después en la vida de la provincia. La acreditación oficial se dio el 17 de abril de 2019, tras cumplir más de 200 parámetros evaluativos de la Unesco.

Merizalde mencionó que el turismo ha dado un salto importante en estos tres años, así como el empoderamiento de los imbabureños con su territorio. “Antes Imbabura prácticamente no tenía productos turísticos identificados y definidos, pero ahora poco a poco ya vamos observando que los senderos empiezan a tomar forma”.

Agregó que conjuntamente con los gobiernos parroquiales, comuneros, academia, instituciones públicas y privadas, se busca potenciar el turismo en cada una de las 36 parroquias de la provincia, marcando estrategias que ayuden a una pronta recuperación económica, tomando en cuenta que en los tres años que Imbabura va a cumplir como Geoparque Mundial, dos han pasado en medio de la pandemia de COVID-19.

Cosas por superar

A pesar de estar confiados del trabajo que se ha hecho para que la provincia desarrolle su potencial siendo Geoparque, se reconocen debilidades que deberán ser superadas para mantener la denominación.

Entre lo que apunta Merizalde, consta el no contar con estadísticas concretas de los visitantes que llegan a los diferentes atractivos y servicios turísticos, por lo que prácticamente no se conoce a ciencia cierta cuánto ha sido el aporte de esta denominación, ni del turismo, a la provincia. 

“No tenemos una medición objetiva y adecuada de los gestores turísticos, de cuánto es el aporte del turismo a la actividad económica de la provincia y tampoco del país. Hay que trabajar con todos los actores del turismo para poder hacer estadística y poder evaluar, entonces ahí tendremos una información certera y contaremos con más elementos para planificar de mejor manera”, dijo.

Entre otro de los inconvenientes, expuso que los sitios turísticos también muestran cierto grado de contaminación, como lagunas o ríos, por lo que se debe invertir en recuperar estos espacios y mantenerlos en buen estado, ofertando servicios de calidad que los complementen.

“La etiqueta mundial exige un trabajo articulado entre los actores de todos los niveles de la sociedad. Educación, geoturismo y conservación son las palabras claves sobre las que giran las acciones que se desarrollan en el territorio. La certificación, lograda en el 2019, es una herramienta para el desarrollo sostenible”, sostuvieron desde la Prefectura.

Los Geoparques Mundiales de la Unesco son áreas geográficas delimitadas donde los paisajes y lugares de relevancia geológica son gestionados siguiendo un concepto de protección, educación y desarrollo sostenible.
El proceso para lograr la calificación de Imbabura como Geoparque Mundial se inició en el 2015 y se alcanzó el 17 de abril de 2019.