El actual centro penitenciario tiene más de 100 años. Está ubicado en el centro de la ciudad, en un sector residencial y educativo.
Redacción IMBABURA
La reubicación de la cárcel de Ibarra es un tema que se trata desde hace más de dos décadas sin tener un proyecto definitivo.
Sin embargo, en la última visita del director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) se abrió una propuesta que está en análisis.
Pablo Ramírez, director del SNAI, visitó este 8 de julio de 2022 el centro de rehabilitación social de Ibarra, donde posesionó a la nueva directora, Erika Machado. También abordó la posible reubicación de la cárcel que tiene más de 100 años y que está localizada en uno de los sectores residenciales del centro urbano. Al lado funciona una unidad educativa y a pocas cuadras un campus universitario, así como otras entidades del mismo tipo.
Según Ramírez, el centro penitenciario de Ibarra es considerado de mínima seguridad, donde deberían estar solo privados de libertad por delitos menores, por lo que las personas con condenas por delitos mayores han sido trasladadas a otras ciudades.
“Siempre exigimos a los jueces de garantías penitenciarias que los traslados que se realicen lo hagan bajo informes de seguridad, que los generan los directores carcelarios o las autoridades del sistema penitenciario nacional, porque muchas veces se trasladan a personas de alto riesgo, que tienen sentencias altas, a centros de mínima seguridad, que permite que existan actos de violencia, riñas, donde unos quieren imponerse a otros”, resaltó.
Ramírez agregó que una de las propuestas gubernamentales que están analizando es que las competencias de los centros de mínima seguridad, como el de Ibarra, pasen a manos de las municipalidades para su administración.
“En algún momento podemos entregar a los municipios los centros de rehabilitación de menor seguridad, de quienes han cometido delitos menores, para que el Ejecutivo tenga que encargarse de los grandes centros con aquellas personas que requieren mayor seguridad”, dijo.
¿Habrá nueva cárcel en Ibarra?
Sobre la construcción de un nuevo centro carcelario en Ibarra, dijo que están en conversaciones y reuniones con la municipalidad, para tratar de coordinar la donación de algún terreno e incorporar esta iniciativa a los proyectos de inversión del SNAI y buscar la manera de concretar un proyecto de ese tipo.
“Procuraremos tener conversaciones con la Alcaldía para que, en algún momento, se llegue al establecimiento quizás de un convenio para donación de un terreno y tener la construcción de un centro de rehabilitación”, mencionó.
En el Concejo Municipal ibarreño, desde marzo de 2022, se anuncia la formalización de un pedido para que se analice el traslado del centro de rehabilitación social y se amplíe la infraestructura de la institución escolar que colinda con la cárcel, resaltando el peligro que representa su actual ubicación.
“En pleno siglo XXI nos encontramos con un sistema de educación donde al lado de una escuela hay una cárcel, con la preocupación diaria y permanente de que algo pueda suceder ahí”, dijo, en su momento, el concejal Óscar Caicedo.
“Hay una fuga de presos, corren riesgo los niños, otra vez la gente se acuerda del tema, luego se olvida. Así han pasado los años. Ahora, ponerles un plazo para cambiarles el uso de suelo creo que sería la única forma y mecanismo de presión que tenemos. Con eso, ellos verán lo que tienen que hacer, dónde tienen que reubicar a la gente, pero ahí realmente espero regresen a ver los inconvenientes de ciudad”, comentó, por su parte, la edil Lucía Posso. (FV)
Un promedio 760 estudiantes hay en el centro educativo ubicado junto a la cárcel de Ibarra.
515 privados de libertad hay en la cárcel de Ibarra, cuya capacidad es para 302 personas.
Una de las peores cárceles del país
El exdirector del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores( SNAI), Fausto Cobo, en su momento reconoció que Ibarra tiene el centro carcelario con más vulnerabilidades a escala nacional. Aparte del hacinamiento, faltan guías penitenciarios y hay múltiples necesidades de infraestructura y programas sociales.
A lo largo de sus más de 100 años, múltiples han sido las fugas de presos, incluso por la infraestructura educativa que colinda con uno de los patios de la prisión.
En cuanto a celdas, la cárcel de Ibarra se edificó con una capacidad para 200 personas, que logró ampliarse a 300 actualmente, pero el número de internos bordea los 500. La mayor parte de presos no tiene camas. Algunos duermen sobre esponjas o colchones tirados en el suelo.
Los problemas de control también se evidenciaron este 9 de julio de 2022, cuando se reportó el ataque de un privado de libertad a una menor de edad, quien resultó herida con un arma corto punzante.
Según las primeras indagaciones policiales, todo ocurrió en la celda 2, cuando la menor llegó a visitar a un interno, burlando los controles de ingreso con una cédula de identidad que habría pertenecido a su hermana.
Pero en medio de la visita, el hombre de 23 años, quien cumplía una condena por robo, la habría atacado y causado al menos 40 heridas.