La delincuencia acecha al barrio San Miguel

Protesta. Vecinos y comerciantes marcharon por las calles del barrio para exigir mayor seguridad.
Protesta. Vecinos y comerciantes marcharon por las calles del barrio para exigir mayor seguridad.

En esta zona, comercial y residencial, se ubica el Mercado Mayorista de Ibarra.

Redacción IBARRA

Asaltos a personas a toda hora, robos a domicilios, amenazas y extorsiones, son lo que denuncian comerciantes y moradores del barrio San Miguel, ubicado en el norte de la ciudad de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura.

Cansados de la inseguridad, decidieron organizarse para marchar por las calles de la urbe, como una medida de protesta y para exigir a las autoridades locales actúen contra la delincuencia que se ha tomado el barrio.

Germán Buitrón, presidente del barrio San Miguel, donde se ubica el Mercado Mayorista de Ibarra, señaló que a pesar de que la inseguridad aumentó en los últimos meses y mantiene en zozobra a todo el sector.

“Casi todas las casas han sido robadas. Se roban las bicicletas, abren los carros, desmantelan los vehículos, venden droga, venden alcohol industrial”, dijo.

Por parte de los comerciantes del Mercado Mayorista, Iván Lara, gerente de Comercibarra, afirmó que hay hurtos, robos, intimidación…

En cuanto a la afectación comercial, dijo que al ser un Mercado Mayorista de carácter provincial y regional, se manejan cuantiosos montos de dinero en días de feria, donde han tenido registros de robos de dinero y mercadería. “Lamentablemente no se han canalizado con las instancias pertinentes con la denuncia respectiva, por temor a los delincuentes”.

 ‘Vacunas’

Entre las principales preocupaciones en la zona también están las denominadas ‘vacunas’ o extorsiones que se hacen a los ciudadanos, pidiendo cantidades de dinero periódicamente bajo la amenaza de atentar contra su vida, su familia, su vivienda o su negocio.

Moradores del sector afirman que este problema afecta a los locales comerciales aledaños al mercado, a los comerciantes del interior y hasta a los moradores de las calles residenciales.

“La semana pasada hubo dos asaltos en la avenida Jaime Roldós, pero lo que más nos preocupa es que ya se han acercado delincuentes a intimidar a los vecinos y a pedirles que les den $5 diarios para no ser atacados”, dijo Buitrón.

Luis Burbano, comerciante del sector, agregó que en el mercado y sus alrededores opera una delincuencia organizada que estudia a sus víctimas, las cantidades de dinero que manejan y los movimientos que realizan.

Como ejemplo, señaló que los criminales siguieron a una comerciante hasta su casa, en otro sector de la ciudad, para robarle el dinero que había recibido por vender una bodega en el Mercado Mayorista.

“Antes había delincuencia, pero hoy se ha multiplicado por diversas situaciones. Aquí se maneja mucho dinero, muchas transacciones, donde hemos tenido apuñalamientos, robos, asaltos, extorsiones, ‘vacunas’ (…). Es decir que los delincuentes hacen labores de inteligencia para ver quién tiene dinero, quién lo maneja”, dijo.

Tomarán medidas

Desde los moradores y comerciantes del barrio San Miguel afirman que la primera medida que decidieron para levantar su voz de protesta fue organizar una marcha, la segunda semana de marzo de 2023, para que las autoridades conozcan los problemas de la zona y den una respuesta.

Sin embargo, enfatizaron en que la delincuencia va en incremento, por lo que también han pensado en impulsar otras acciones y medidas, de la mano de entidades públicas, anunciando que el 18 de marzo de 2023 tendrán una asamblea de comerciantes y vecinos con la Policía Nacional.

En esta asamblea, uno de los planteamientos será conformar brigadas nocturnas, con el afán de dar presencia en las calles, “porque o los delincuentes nos sacan del barrio o nosotros les tenemos que sacar del barrio, para defender a nuestras familias, a nuestros niños”, advirtió Germán Buitrón.

Agregó que bajo su propia iniciativa están creando un plan de seguridad, con estrategias que en su momento harán llegar a la Gobernación de Imbabura y a la Policía Nacional.

“Creo que se ve mal decir que vamos a actuar con mano propia, pero también creo que las autoridades nos están obligando a llegar a eso, porque la pasividad está pasándose de límites y la delincuencia es cada vez peor, porque ahora vemos delincuencia organizada dentro y en los exteriores del Mercado Mayorista”, agregó Luis Burbano.

Desde la presidencia del barrio añadieron que pedirán a la Policía que se incremente el personal en el sector, que consideran es insuficiente para cubrir toda la zona.

“Hemos cedido una parte de nuestra casa comunal para que se instale una UPC (Unidad de Policía Comunitaria), con la finalidad de que exista aquí la protección y seguridad, pero casi todas las casas han sido robadas, hay asaltos a los estudiantes y robos a transeúntes a diario,”, expuso Germán Buitrón.

“Lamentablemente, la UPC que nosotros, de paso, pagamos la luz, el agua, el Internet y el teléfono, no cuenta con el personal suficiente. Existe uno, dos o tres policías a lo mucho, pero para cubrir toda esta área es muy poco, por lo que nuestro pedido es que le den a esa UPC la categoría que debe tener, con mayor número de policías, motorizados, que lamentablemente no existe. Sentimos que falta personal de la Policía para que nos pueda ayudar a proteger a la ciudadanía”, dijo.

“Ya estamos llegando a ese extremo de que lleguen a pedir ‘vacunas’ a los locales comerciales”.

 Germán Buitrón, presidente del barrio San Miguel.

“La situación es sostenible. La delincuencia ha llegado a un punto donde nosotros tenemos que escondernos en nuestras casas”.

Ángel Rodríguez, morador del barrio San Miguel.

 “Hay que denunciar la pasividad de todas las autoridades, porque desde hace tres años tuvimos acercamientos para que tomen medidas, pero resulta que la delincuencia se ha multiplicado potencialmente”.

Luis Burbano, comerciante del Mercado Mayorista.