Comerciantes caen en desesperación tras dos semanas de paro

En la segunda semana de paro comenzaron las protestas para que les dejen trabajar.

En Imbabura, cantones como Otavalo, Cotacachi y Antonio Ante permanecen totalmente paralizados, sin un solo negocio que haya funcionado dentro de cada ciudad, por 15 días.

IMBABURA.- No solo se les termina la paciencia, sino los recursos para poder sobrevivir. Son 15 días donde familias que dependen de locales comerciales de la provincia de Imbabura, al norte de Ecuador, registran cero ingresos por las paralizaciones lideradas por movimientos indígenas.

Esto ha desencadenado que al iniciar la segunda semana seguida de paro, distintos ciudadanos imbabureños se auto convoquen para organizar marchas contra la paralización, exigiendo que les dejen trabajar.

Una de ellas sucedió este 27 de junio de 2022, en el cantón Antonio Ante, donde la industria textil, uno de los principales rubros económicos de la localidad, ha tenido que suspender sus actividades totalmente, cayendo en una crisis que, según empresarios, está bordeando los tiempos de confinamiento por la pandemia de Covid.

“Llevamos 15 días sin trabajar, sin vender, sin ingresos para nuestros hogares, sin gas, todo está caro, al doble de precio, sin gasolina para movilizarnos. Llegó fin de mes y las obligaciones y deudas no esperan”, fue el testimonio de uno de los emprendedores de Antonio Ante.

Enfrentamientos ciudadanos

Por redes sociales se convocó a la marcha, que comenzó a concentrarse a partir de las 15:00. Sin embargo, en su recorrido, a la voz de “queremos trabajar”, se encontraron con grupos de indígenas que les impidieron el paso, quienes les impidieron el paso por unas de las calles, alzando más sus consignas en contra del Gobierno Nacional.

De a poco ambas protestas fueron subiendo de tono, al punto de que la fuerza pública, entre militares y policías, tuvieron que intervenir para que no se produzcan enfrentamientos.

“Ya es momento de aparecer en cada una de nuestras ciudades. Atuntaqui, denominada “tierra de emprendedores”, con autoridades sirviendo y apoyando al paro. Es obvio el miedo a los manifestantes, pero el hambre y la necesidad de progresar es mayor al miedo. Ciudadanos que pagan impuestos son rechazados y los q no pagan impuestos son apoyados”, dijo otro de los manifestantes, que pide trabajar con normalidad.

Incluso, quienes en un inicio apoyaban el paro, en los últimos días han mostrado su descontento por la situación crítica que no solo atraviesan sus negocios, sino sus familias.

“No hay mercados, ni tiendas, ni como viajar a Ibarra para comprar productos, por el cierre de vías, porque ahí no está paralizado. A veces nos cortan el agua, no hay como salir a la calle, los niños no pueden estudiar. Todo ya se salió de control y creo que nadie está siendo humano ni con los unos ni con los otros y todos perdemos, mientras solo unos pocos terminarán ganando tras este paro”, acotó Patricia Encalada.

Precisamente, en Atuntaqui, el desabastecimiento de combustible, alimentos y medicinas se acrecienta cada día de paro, según la Gobernación de Imbabura, desde donde se propone corredores logísticos humanitarios en los próximos días, para que puedan llegar estos insumos.

Las estimaciones del Servicio de Rentas Internas (SRI), en cuanto a pérdidas económicas para el sector comercial y productivo de Imbabura, bordean los $4,5 millones, en lo que va de la paralización.