Cárceles del norte registran hacinamiento y problemas de seguridad

Celdas. En espacios destinados para alrededor de 10 personas, duermen hasta 30.
Celdas. En espacios destinados para alrededor de 10 personas, duermen hasta 30.

A esto se suma que la cárcel de Ibarra está junto a una escuela y los padres de familia y moradores piden su reubicación.

Redacción IBARRA

La crisis carcelaria no es ajena a provincias como Imbabura y Carchi, donde el hacinamiento obliga a que en celdas para 10 personas, tengan que dormir alrededor de 30.

Decomiso de drogas y armas, así como celulares u otro tipo de aparatos digitales se reportan en cada operativo sorpresa que organiza la Policía, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad penitenciarios.

Sin embargo, funcionarios de estas dos prisiones, quienes pidieron reservar sus nombres, mencionaron que se vive una “relativa calma”, pues no se reportan, en lo que va del 2021, casos de ataques o amotinamientos como en otras cárceles, principalmente de la Costa.

Más de 600 presos en Ibarra

La cárcel de Ibarra está prácticamente en el centro de la ciudad, junto a una escuela. Su creación data de más de 100 años, inicialmente para 250 presos, pero alberga a un promedio de 650.

Para intentar solventar un poco esta situación, el 19 de septiembre se ordenó el traslado de 40 detenidos de Imbabura a la provincia de Azuay, a la cárcel de Turi.

Fausto Cobo, director del SNAI (Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores), reconoció que Ibarra tiene el centro carcelario con más vulnerabilidades a escala nacional, donde aparte del hacinamiento faltan guías penitenciarios.

Lugar. Junto a la cárcel de Ibarra están las instalaciones del ambiente 2 de la escuela 28 de Septiembre.
Lugar. Junto a la cárcel de Ibarra están las instalaciones del ambiente 2 de la escuela 28 de Septiembre.

El ingreso de contrabando

Las vías para que ingresen drogas y armas serían dos:  camuflado en algún objeto, por la puerta principal; o vía aérea sobre los muros de seguridad.

Precisamente, con esta última modalidad, Segundo A. intentó lanzar una funda hacia los patios de la cárcel de Ibarra, con 422 gramos de marihuana, 50 gramos de cocaína, 1 cargador de teléfono celular y 500 cigarrillos.

El sujeto fue capturado antes de cumplir su objetivo, el 15 de septiembre de 2021, por lo que deberá permanecer al interior de la misma prisión a la que intentó enviar la droga, hasta terminar su sentencia.

Problemas con los vecinos

La cárcel de Ibarra está junto a una escuela. Esta situación, más de una vez, ha puesto en peligro a los estudiantes, quienes han sido testigos de hasta fugas de los presos.

Las autoridades penitenciarias intentaron que las instalaciones educativas pasen a sus manos, para poder ampliar el centro de rehabilitación social y solventar de alguna manera los problemas de hacinamiento.

El acuerdo está dado entre los entes competentes, sin embargo los padres de familia se oponen a una reubicación de la escuela y piden que se cambie de lugar a la cárcel.

El 10 de septiembre de 2021, los padres de familia y moradores de barrios aledaños a la prisión protagonizaron una marcha por las calles de la ciudad, para que su pedido sea escuchado.

Los padres de familia dicen que no se estaría priorizando a la educación de casi 750 niños, sino a los presos.

En la cárcel de Ibarra (Imbabura) no hay pabellón para mujeres, por lo que son trasladadas a la penitenciaría de Tulcán (Carchi) para cumplir sus condenas.

Más del 85% de detenidos en Tulcán son por casos de drogas

En Tulcán, capital provincial de Carchi, el número de presos bordea los 900, pero la capacidad del centro carcelario es de 360 personas.

José Obando, director de esta prisión, declaró en medios locales que más del 85% de detenidos son por casos referentes al tráfico de drogas, y alrededor del 60% son extranjeros.

Como parte de un operativo al interior de este sitio, la primera semana de septiembre de 2021, los policías decomisaron armas blancas, drogas, dinero en efectivo, licor y celulares.

Obando dijo que este tipo de operativos se organizan para mantener la paz dentro de la cárcel, donde, a pesar de que cuentan con tres filtros de seguridad, los presos se dan modos para ingresar los objetos prohibidos.

“En el filtro número uno está la Policía Nacional, en el dos los agentes penitenciarios y el tercero son las cámaras que nosotros tenemos. Además, también hay una fuerza disuasiva del Ejército afuera de las cárceles”, expuso.