Se alargan las operaciones en un camal inadecuado

Faenamiento. El actual camal ya cumplió su vida útil y apenas cumple con las normas mínimas requeridas para su funcionamiento.
Faenamiento. El actual camal ya cumplió su vida útil y apenas cumple con las normas mínimas requeridas para su funcionamiento.

Con el aplazamiento de la inauguración del nuevo centro de faenamiento de Ibarra, el camal que funciona actualmente deberá adecuarse o parar sus operaciones.

Redacción IMBABURA

La promesa de contar con el nuevo centro de faenamiento de Ibarra en 2022 sigue sin cumplirse en una ciudad que lleva 10 años aguardando que la obra se inaugure.

Esto, aparte de convertirse en un plan frustrado de la actual administración municipal, que ha invertido $3 millones en los últimos años, se ha convertido en un problema de salud pública para la ciudad. El proyecto se inició en la alcaldía de Jorge Martínez, en el año 2013 y terminará costando alrededor de $12 millones,

Concejales como Lucía Posso y Leonardo Yépez resaltan la necesidad de concluir el nuevo polígono cárnico, no solo por ser un proyecto anhelado por la ciudadanía, sino porque el actual camal tiene más de 35 años y presenta problemas ambientales, de infraestructura y de faenamiento.

De hecho, en 2019 la infraestructura tuvo que cerrar por cinco meses, para tecnificar y actualizar una serie de procesos que eran considerados precarios y no garantizaban el bienestar animal, la inocuidad de los alimentos y la mitigación de los impactos ambientales.

 El cierre se aplaza

Según la planificación de 2021, el camal actual tenía que ingresar a un proceso de cierre definitivo a partir de junio o julio de 2022. Para esa fecha se suponía que entraría en funcionamiento el nuevo polígono cárnico, en San Antonio de Ibarra, pero eso no sucederá y la antigua infraestructura deberá seguir funcionando.

En cinco meses, este sitio deberá cumplir otras adecuaciones para seguir funcionando, caso contrario tendría que parar totalmente sus actividades.

Desde la Dirección Ambiental de la Prefectura de Imbabura detallaron que tras el cierre que en 2019, la Empresa Pública Municipal de Faenamiento y Productos Cárnicos de Ibarra (Fyprocai) se presentó un plan de acción para cumplir la respectiva normativa, que tiene plazos definidos para ejecutar, caso contrario podría cerrarse parcial o definitivamente.

Según ha mencionado Diego Villalba, director general de Medio Ambiente de la Prefectura, hay que implementar procesos específicos para que el camal actual pueda continuar sus operaciones, con un plazo máximo hasta agosto de 2022.

Puntualmente, como uno de los principales, se refirió al cambio en el proceso de chamuscado de los animales porcinos, que actualmente se hace con diésel y de forma rudimentaria. La solicitud es implementar un sistema industrial,  con uso de gas licuado de petróleo.

Fyprocai, por su parte, habría informado que este cambio no se cumpliría, pues hasta mediados del presente año tenían previsto pasarse al nuevo centro de faenamiento. Ahora deberán buscar una solución, evitando el cierre momentáneo o total del camal.

 Obligados a faenar en otros lados

Los usuarios del actual camal de Ibarra mencionan que si hay un cierre parcial o total, su única alternativa es ir a otros cantones a faenar sus animales.

El más cercano está en Antonio Ante, al cual ya tuvieron que acudir en 2019, cuando se cerró el de Ibarra, donde mencionaron que los servicios no eran los mismos y tenían dificultades para procesar la demanda de usuarios de dos cantones.

Además, mencionan que viajar a otra ciudad les genera mayores costos, que se trasladan al consumidor final de las carnes, en los mercados y tiendas.

El incumplir con los plazos para terminar el nuevo polígono cárnico de Ibarra le costó el puesto al gerente de Fyprocai, Mauricio Larrea.

El faenamiento de bovinos cuesta $19, porcinos $16, ovinos o caprinos $4.

La Contraloría General del Estado levantó una glosa de $2,4 millones por el equipamiento para el nuevo centro de faenamiento de Ibarra.