En Carchi las visitas están suspendidas totalmente, mientras en Imbabura se trasladan presos y se refuerzan las seguridades.
Redacción TULCÁN-IBARRA
La crisis carcelaria que atraviesa el país no es ajena a provincias como Imbabura y Carchi. En estas zonas, en el norte de Ecuador, funcionan dos centros penitenciarios con un hacinamiento que triplica su capacidad de alojamiento.
En las cárceles ubicadas en Ibarra y Tulcán se viven problemáticas distintas, que alteran la convivencia de los presos. Ante esto, se han planteado acciones emergentes para dar soluciones.
El traslado de presos a otros centros penitenciarios del país, el redoblar las seguridades externas de las prisiones, así como acelerar los procesos de indultos presidenciales, por el Decreto Ejecutivo 335, son parte de los programas que se han ejecutado en lo que va de 2022 en ambas provincias, pero aún falta llegar a una rehabilitación verdadera de los internos.
Intento de amotinamiento
El último traslado de presos planificado en Ibarra fue el 27 de marzo de 2022. Esto se dio tras el intento de amotinamiento en la celda 1, un día antes.
Para controlar la situación, la Policía Nacional intervino dentro del centro carcelario, que alberga a unas 700 personas, pero que fue diseñado hace más de 100 años para máximo 200.
Según informaron los policías al mando de los 300 uniformados que intervinieron en el operativo, el control de la cárcel se retomó luego de unas tres horas de iniciado el intento de amotinamiento.
Precisamente, detallaron que ocho personas fueron las que hicieron desmanes en la celda, destruyendo la puerta de ingreso, que luego fue soldada.
Ante esto, todos los involucrados fueron trasladados a las cárceles de Cotopaxi y Santo Domingo, para intentar mantener una convivencia pacífica en la prisión de Ibarra, que está ubicada junto a una escuela que alberga a 750 estudiantes, situación que preocupa a más de una autoridad en la localidad y no tiene una solución definitiva.
Sin visitas por 20 días
En Carchi, las autoridades carcelarias mencionaron que prácticamente mantienen un control que evita los amotinamientos. En ese recinto no se han reportado este tipo de casos desde hace seis meses.
Rodrigo Guerrón, director del centro de rehabilitación social de Tulcán, expuso que una de las estrategias es mantener a los presos ocupados en talleres y conferencias psicológicas, espirituales, culturales, académicas…
“No se han dado estos casos de amotinamiento, que son temas que sí los tratamos con los presos, pero ellos mismos han dicho que no quieren arriesgarse a dañar el ambiente que se está manejando en la cárcel en este momento”, dijo.
Por otro lado, hasta el 20 de abril de 2022 están suspendidas todas las visitas a los casi 900 presos que alberga la cárcel de Tulcán. Esto, por la presencia de tres casos de tuberculosis en la población penitenciaria.
Desde la Gobernación de Carchi descartaron un posible rebrote masivo de tuberculosis, detallando que el fin de semana se organizó una minga de limpieza y desinfección en todos los pabellones.
Además, refirieron que uno de los afectados por la enfermedad, que ataca principalmente a los pulmones, se encuentra aislado y estable en el interior del centro carcelario, con el respectivo tratamiento, descartando el contagio de sus compañeros de celda.
Otro de los reclusos está en tratamiento en un hospital público de Ibarra (Imbabura) y el otro de los afectados recibió el indulto, por lo que se encuentra aislado en su domicilio, sin riesgo alguno.
“Siguiendo los protocolos del Ministerio de Salud Pública, se ha procedido suspender las visitas por tres semanas (del 1 al 20 de abril de 2022). Desde las Fuerzas Armadas, en los exteriores del centro, se han reforzado los controles de acceso, en coordinación con la Policía Nacional. Se descarta cualquier tipo de alerta del orden público en el interior del centro, así como cualquier intento de incidentes”, expusieron desde la Gobernación.
Alrededor del 85% de presos de Carchi son por casos referentes al tráfico de drogas.
60% de la población carcelaria en Carchi corresponde a ciudadanos extranjeros.