Redacción IMBABURA
Cinco días después de declarar en emergencia la zona sucedió lo que todos temían. Gran parte de la montaña se vino abajo, sepultando viviendas, terrenos agrícolas y todo lo que encontraba a su paso.
Cada día la situación en San José de Aloburo, cantón Pimampiro, provincia de Imbabura, es más crítica.
Lo que comenzó hace un par de meses como grietas y hundimientos en el asfalto de la vía principal, hoy pone en zozobra a decenas de familias. Los moradores del sector miran atónitos cómo sus bienes, por los que han trabajado toda una vida, se echan a perder totalmente de la noche a la mañana, sin una sola esperanza u oportunidad de impedirlo.
Alud en la madrugada
Desde el Municipio de Pimampiro informaron que, alrededor de las 23:50 del 23 de noviembre se registró un deslizamiento de tierra de grandes proporciones, en la comunidad San José de Aloburo, zona que fue declarada en emergencia el 19 de noviembre, a raíz de la aparición de grietas en viviendas, vías y terrenos del sector.
“El deslizamiento de tierra arrasó 11 viviendas, cuyas familias ya fueron evacuadas con anterioridad, en el transcurso de las dos últimas semanas. De ellas, 10 se encuentran en la casa de acogida municipal establecida en la antigua escuela de El Tejar, dos en viviendas proporcionadas por la municipalidad y dos en viviendas de amigos”, explicaron.
Sin embargo, añadieron que a raíz del último suceso, más familias deben ser evacuadas debido a que se encuentran en la zona de alto riesgo.
Ayuda humanitaria
Técnicos de la municipalidad de Pimampiro, conjuntamente con el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, se reunieron con los damnificados para coordinar la asistencia humanitaria, a través de diferentes instituciones.
Las autoridades locales mencionaron que se oficiará al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para que realice una intervención debido a que existen varias hectáreas de terrenos productivos afectadas, donde había invernaderos con tomate riñón y pepinillo, plantas frutales como mandarina, durazno, aguacate y otras que se perdieron por el deslizamiento de tierra.
Tras el alud del 23 de noviembre de 2021, se trabaja para la habilitación de vías alternas para las familias de sectores aledaños que han quedado incomunicadas.