“Yo quiero un héroe”

FABRICIO GUERRERO
FABRICIO GUERRERO

Exclamaba una ciudad mientras los casos de sicariato aumentaban al punto que no pasaba una semana sin un caso del cual horrorizarse. “Esperaré por un héroe hasta que el día llegue a ver” gritaba la provincia que sufría la violencia en carne viva. La ilusión de liderazgo es un mal que no es nuevo en Esmeraldas, sin embargo ¿Qué significa ser uno? ¿Por qué lo necesitamos?

¿Qué es ser un héroe? Aquel con una sabiduría y valor merecedoras del cielo, afirmaba San Isidro (Etimologías I). Es aquel humano ideal, noble y con valores “puros”, aseguraba Curtius (Literatura Europea y Edad Media Latina). Un hombre “superior”, aseveraba Frye (Anatomy). Sin embargo, etimológicamente hablando, la palabra “Héroe” viene del latín “Hero” y del griego “Heros” y de ahí aquí nace la creencia que lo héroes son personajes míticos, aquellos más cercanos a ser dioses o en todo caso, hijos de dioses (Hércules) con virtudes más allá de las del ser humano. Es claro que no necesitamos un Hércules, pero algo es seguro… “Desgraciado el país que necesita héroes” (Bertolt Brecht).

Pero ¿Qué tal si el héroe es aquel que se acerca más a su humanidad? Desde ese profesor que ve a sus alumnos como sus hijos, orgullo y consuelo… hasta el de aquella madre que hace lo que sea por sus retoños. El concepto de héroe no debería distanciarse del deber político con ayudar al pueblo, no obstante, “el hábito no hace al monje” al igual que aquel en posición de liderazgo, no es automáticamente un líder. El héroe, ya sea político o no, ha de servir antes que ganar. Fuera del discurso de odio, fuera de las divisiones y extremismos. No será un héroe aquel que en la derecha vea fascistas o en la izquierda comunistas mas no hermanos, hijos o compañeros.

Desde la infancia nos acostumbramos a ver a los héroes desde una pantalla cuando siempre pudimos ser los que extendieran la mano al caído y convertirnos en uno. Un héroe es quien ayuda, es quien quiere salvar a los demás, es quien puede fallar y quien no tiene oportunidad alguna de ganar, pero aun así no se rinde. Esmeraldas necesita que todos seamos su héroe, todos.