Tanto familiares como amigos realizan actividades de autogestión para reunir los recursos económicos necesarios para que se recupere.
Juliano Murillo, es un niño de 3 años, que este viernes 03 de diciembre fue diagnosticado con un tumor cerebral; antes de esto, Silvia Pinargote, madre del pequeño, cuenta que a él le gustaba jugar, que se entretenía y le gustaba correr, que se lo veía como un niño alegre y tranquilo; sin embargo desde hace más de dos semanas su salud se ha visto afectada con la presencia de vómitos constantes.
Indica que el lunes 22 de noviembre, Juliano empezó a vomitar, mientras que se encontraba en compañía de su abuelita, en Tonchigüe, esta situación preocupó a su familia a pesar de que al inicio se creía que era un problema estomacal, a pesar de esto el vómito no cesó por lo que fue llevado donde un pediatra, en el hospital de Muisne.
Sin mejora
Al observar que Juliano no mejoraba y a pesar de que le dieron de alta, y de que se presumía que se trataba de una gastroenteritis, fueron al hospital de Atacames, ante esta situación se empezó a insistir al Hospital Delfina Torres, hasta que el 28 de noviembre se le dio el pase hasta este hospital.
A través de la realización de rayos X no encontraron nada, por lo que pasó por el diagnóstico de una gastroenteróloga, un oftalmólogo, un otorrinolaringólogo; especialistas que no encontraban el origen de la enfermedad, por lo que finalmente un neurólogo se acercó y solicitó una radiografía, la cual al final se la realizaron a través de una institución privada, empleando los recursos de los padres de familia.
Pero para la realización de la radiografía se esperaba la ambulancia de parte del Servicio Integrado de Seguridad Ecu 911, que no llegó, por lo que fue trasladado en un vehículo particular. Una vez hecha la radiografía los familiares esperaban con incertidumbre los resultados, en los cuales el neurólogo encargado les informa que Juliano tiene un tumor en el cerebro, y una hidrocefalia ventricular.
Sin medicina
En la actualidad la familia espera que llegue la notificación de traslado al hospital Baca Ortiz, en donde se evaluará si es un tumor benigno o maligno, a pesar de que les han indicado que las instalaciones están saturadas, agrega que les han mencionado que en este hospital también existe desabastecimiento de medicina, el cual Silvia Pinargote evidenció en cada hospital por el que estuvo con su hijo, pues asegura que tuvo que comprar jeringuillas, solución salina y una serie de insumos.
Los amigos y familiares han empezado a realizar actividades, como venta de comida, para así reunir los recursos económicos necesarios para su tratamiento. Los padres cuentan que en la actualidad no mantienen un trabajo estable, por lo que incluso tuvieron que dejar Esmeraldas y trasladarse hasta el cantón El Carmen, en la provincia de Manabí.