Seis familias habitan en un hogar improvisado

NECESIDAD. Seis familias habitan en condiciones inadecuadas donde antes funcionaba la aldea SOS, en el barrio 24 de Mayo.

Hace cinco años ‘invadieron’ el destruido espacio, que era utilizado por delincuentes para consumir drogas, generando inseguridad en el sector.

La vieja infraestructura donde por años funcionó el Centro Social perteneciente  a las Aldeas de Niños y Niñas SOS, ubicada en el barrio 24 de Mayo, al sur de la ciudad de Esmeraldas, se ha convertido en el hogar improvisado para seis familias, quienes viven soportando las inclemencias del tiempo.

Cada familia se ha ubicado en un cuarto, donde estrechamente acomodan sus pocas pertenencias; reemplazan las paredes con sábanas o sacos, a medida se sus posibilidades económicas han intentado arreglar el techo con láminas de zinc, pero no es suficiente, porque el daño es en su totalidad, y con las lluvias terminan inundados. No tienen baterías sanitarias, y el agua y la energía eléctrica la han colocado por sus propios medios.

En el lugar hay 12 niños que oscilan entre los 2 hasta 15 años de edad. Al pasar por el lugar, se los observa jugando, descalzos, medio desnudos, pero con rostros de felicidad, es como si ellos desconocieran las necesidades que les rodea.

Huyó de la guerrilla

La primera en habitar el espacio abandonado fue Janeth Vallecilla, oriunda de Buenaventura Colombia, quien era acechada por la guerrilla y estuvo obligada a salir del país junto a su pequeña hija hace 15 años. Llegó a Esmeraldas en calidad de refugiada, le ayudaron a alquilar una casa, luego consiguió empleo como doméstica, pero sus patrones prescindieron de sus servicios porque no podían cumplir con el pago del salario y los beneficios que impuso el Gobierno de hace 10 años, recordó la madre de familia.

El perder su empleo le imposibilito continuar pagando el arriendo y al ver la infraestructura abandonada de la aldea, y que servía  de refugio para los delincuentes,  optó por acondicionar un aula para albergarse con sus hijos. Después llegó Paola Quiñónez, y así se fueron sumándose otras mujeres con sus hijos, con las mismas necesidades habitacionales, quienes a diario soportan el sol, la lluvia y el frío de las madrugadas.

Janeth Vallecilla  y Paola Quiñónez necesitan trabajar en quehaceres domésticos, pueden llamar al 09 90 30 11 63.
En los días de lluvia, las familias deben esperar que escampe para luego evacuar el agua estancada de sus cuartos.