Las cargas laborales en los trabajadores de este sector se redujeron para salvaguardar sus vidas
Frente a la ola delictiva que bordea a la provincia de Esmeraldas ciertos taxistas se vieron en la obligación de operar hasta antes que anochezca, el fin mantenerse a buen recaudo y cuidar de los vehículos amarillos.
Situación
Esmeraldas continúa en estado de excepción y en la voz de varios conductores dedicados a brindar servicio de transporte en las unidades amarillas recalcan que la normativa no les afecta porque desde hace meses ya no trabajan en las noches.
La decisión se optó en vista de los robos, casos de asesinato, delincuencia organizada, un mal que persiste en la ciudad hace años y perjudica la economía de este sector productivo que se maneja por las ganancias que dejan el número de carreras al día, sin embargo el movimiento turístico en el cantón ha bajado a un 40% debido a la persuasión de inseguridad que el país maneja sobre la provincia verde.
Bajas carreras
Carlos, taxista de oficio por más de 10 años, expresa que hay días buenos y malos, pese a la situación económica se mantiene activo por las deudas que posee aunque esto signifique un peligro a la hora de taxiar. “La situación es peligrosa, en especial para los taxistas, porque nosotros andamos peligrando la vida ya que prestamos el servicio para ganarnos unos cuántos centavos”, acota el hombre.
Para una persona que labora en el sector del taxismo los días malos están representados cuando se hace entre 25 a 30 dólares diarios y de esa cantidad deben sacar para tanquear el automotor amarillo, quedando una ganancia de 5 dólares. Pedro por su parte ya lleva en el negocio cerca de 3 años y menciona que los días buenos son cuando queda una comisión de 25 dólares o más.
José, trabajador de otra cooperativa de taxis en la ciudad de Esmeraldas, expresa que la demanda de carreras ha bajado en un 50%; es decir si antes lograba taxiar durante 8 horas y se hacía unas 20 carreras dentro de la ciudad ahora se llega apenas a 10 carreras.
Inseguridad
La seguridad juega un papel importante en el desarrollo de las actividades de un taxista, y más cuando el vehículo amarillo no cuenta con las herramientas de apoyo, en este marco ciertas cooperativas de la ciudad decidieron agregar un rastreo en tiempo real a fin de saber la ubicación de sus automotores en caso de robo. Los asaltos a mano armada a cualquier instante perjudican al gremio amarillo porque la noche se ha vuelto peligrosa, dicen que antes había delincuentes, pero no tanto como ahora.
Rutas escogidas
No es cuestión de solo perder el dinero de las carreras en manos de los antisociales, la vida de los trabajadores se ve en constante peligro porque los hampones muchas veces dejan malherido a su víctima, ante la situación algunos de los trabajadores vieron la necesidad de mantener una lista de contactos establecida y no ingresar a ciertos sectores a tempranas horas del día o por la noche para evitar ser asaltados, solo para citar La Wacharaca, Santa Martha, zonas de las riveras, entre otras. “Nosotros ya tenemos fichados los sectores peligrosos y toca andar con cuidado”, expone Carlos.
Unidades informales
Otro ciudadano señala que sumado a la delincuencia el taxista también es opacado por los carros y motos ilegales que prestan sus servicios sin ninguna seguridad. El control al sector y la falta de conciencia de las personas puede terminar en consecuencias, porque se exponen vidas al momento que el cliente sube a una unidad ilegal.
Acciones
Con las nuevas acciones que rigen en el cantón y provincia bajo la presencia de uniformados y militares los taxistas esperan mermar la delincuencia organizada para finalmente retomar sus actividades por la noche lo que significaría más turismo en la ciudad y por lo tanto mayores ingresos económicos a los ciudadanos dedicados al sector del taxismo. (CS)