Sangre que clama justicia (II)

Shakespeare Abarca Córdova
Shakespeare Abarca Córdova

SHAKESPEARE ABARCA 

Entre los asesinados del correato hubo quienes alertaron sobre el narcotráfico en Ecuador; el Ab. Wellington Alcívar denunció la presencia del cartel de Sinaloa, tarde se dio cuenta que entre chacales se protegen. Octubre 2011, Manavisión  TV, acompañó a W. Alcívar a Carondelet,  a denunciar  que este cartel mexicano manejaba la justicia esmeraldeña, lo hizo ante Correa y José Serrano, en otra fecha entregó un sobre con información a Correa quien visitaba la capital manabita. Triste reconocía que sus denuncias no tuvieron eco, exigió protección, pues como presagió: “Se consideraba un hombre muerto.”   Febrero 2012, su presentimiento se cumplió, un sicario lo asesinó de dos balazos. Correa dijo desconocer sus denuncias. Alcívar tuvo razón: Esmeraldas, Manabí y Guayas estaban tomadas por carteles de México y Colombia.

Siendo Canciller R. Patiño, en enero 2012 la Policía italiana halló 40 kilos de droga en jarrones enviados al  Consulado de Milán, fue implicado alias ‘El Sambo’ a quien luego Fiscalía  indagó por la muerte del Alcalde de Muisne, Walker V. Finalmente Jean Paul Flores fue sentenciado en Italia, Flores se encargaba de las “narcovalijas” en septiembre 2015. J.P. Flores repatriado de Italia, a su regreso al país recibió siete tiros.  Jamás se investigó a Patiño y al personal diplomático.

En enero 2013 la Policía decomisó 10.000 ejemplares del libro ‘La Roca’ de Óscar Caranqui, preso por narcotráfico.  Días atrás su esposa denunció que  “un asesor del Min. José S, llamó advirtiéndoles que suspendan la impresión del libro”. Este denunciaba la pésima situación carcelaria, pero al gobierno algo más le preocupaba: 30 de junio 2013 Caranqui es  asesinado. Su patrimonio ascendía a unos $ 4 millones, una de sus haciendas se presume terminó en manos de Gabriela R.

Una protesta policial se convirtió en tragicomedia, a causa de quién actúo como patán de barrio y no como presidente, 30-S. Correa “el secuestrado” estuvo custodiado por guardaespaldas y dando declaraciones de prensa; esta funesta farsa costó la vida de F.Jíménez,  D.Panchi y diez personas más, entre militares, policías y civiles. Recordemos a B.Wisuma y  J.Tendetza primeros indígenas masacrados, y por oponerse a la minería cuatro dirigentes orientales más también fueron asesinados. Un homenaje a ellos y un llamado a la conciencia colectiva. ¡Correísmo nunca más!

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