Rey muerto, rey puesto ¿Qué pasa en las cárceles?

FABRICIO GUERRERO
FABRICIO GUERRERO

No es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que escribo sobre la crisis carcelaria; Desde el gobierno de Moreno es un tema que he analizado y por ende, es más que obvio que el país no necesita un “la culpa es de” ni tampoco de aquellos que utilizan la crisis para reforzar su discurso político y catalogar la situación como grave conmoción interna. El país necesita soluciones.

¿Qué puede hacer el ejecutivo frente la situación carcelaria? Las FFAA tiene funciones específicas estipuladas en los artículos 158, 159 y 162 de la constitución del 2008. Cualquier acción por fuera de lo regulado, representa una clara violación y posteriormente, un juicio. En el caso de la Policía, el uso progresivo de la fuerza es obligatorio y no para mal, sin embargo existen alrededor de 500 policías presos por mal uso de esta.

La situación carcelaria amerita la cooperación de policía, no obstante, esto dejaría sin la misma capacidad a otras ciudades y también implica una meta de 2 policías por cada reo, meta que lamentablemente no podemos cumplir ni aunque queramos. Fácil es ver la complejidad del asunto. Si no fuese poco, les pregunto, ¿Qué posibilidad tiene un 80 (guías penitenciarios) indefensos vs 8000 (reos) bien armados?

Por otro lado, las medidas contra el hacinamiento no se han dado y el 40% de los presos tienen prisión preventiva. La separación entre condenas no existe y la institucionalización de la jerarquía de aquellos con condenas por debajo de los peces gordos que lideran o buscan liderar un bloque de la cárcel después de la muerte de “Rasquiña”. Y bien dice un antiguo refrán, a rey muerto, rey puesto. ¿Quién será el nuevo rey? ¿Quién ganará una batalla que no tiene fin?

 Cada banda controla al menos un bloque de la penitenciaria, es decir, cada uno tiene un mini cuartel. Y no sorprende si se ve la capacidad de organización y comunicación de cada una. Todos sabemos que pasará después de la intervención de equipos especiales, todos sabemos la cantidad de armas de alto calibre, teléfonos, sustancias ilícitas y demás lujos que encontrarán en las celdas.

La protección de los DDHH son indiscutibles, las vidas de los reos son responsabilidad del Estado y por lo tanto hay que defender su integridad mientras se toma el control de la cárcel; Aun así, quedo preocupado por la mayoría de las soluciones y críticas van hacia un largo plazo, pero el aquí y él ahora nos llaman. Termino y propongo atacar la comunicación de los bloques penitenciarios, evitar que tengan un cuartel donde comandar mientras se reduce el hacinamiento.