En el último artículo de opinión hablé sobre los datos actuales acerca de la perdurabilidad de la respuesta inmune a largo plazo (años) frente a la covid-19. Tanto en aquellos que lograron superar la enfermedad, así como los que recibieron cualquier vacuna. Reitero que frente al acecho de la variante Delta, que es una variante de preocupación, todos los laboratorios han declarado la necesidad de administrar una dosis de refuerzo: “tercera” en vacunas de dos aplicaciones y “segunda” en vacunas unidosis como la Cansino que sí la tenemos.
Pero los datos actuales son muy esperanzadores y las modernas publicaciones científicas detallan que las personas que se enfermaron y superaron la enfermedad desarrollan una respuesta inmune con anticuerpos que pueden durar hasta 4 o 6 meses, sin embargo, su sistema inmune es capaz de producir células con memoria, capaces de activarse en meses o años posteriores y así desarrollar anticuerpos que protegerían a las personas de reinfecciones.
Estas células se llaman (células B). Ahora a los vacunados y que no tuvieron covid-19 o a los que sí tuvieron la enfermedad y recibieron cualquier vacuna que se aplica, la evidencia científica se decanta en que la inmunidad parecería ser también duradera en años. Muchos científicos no creen en la necesidad de administrar una dosis de refuerzo “tercera” en vacunas de dos dosis y “segunda” en vacunas de una dosis.
Aunque los estudios se han desarrollado más en personas enfermas que se recuperaron de la enfermedad covid-19. Las variantes como la Delta, el sistema inmune en ambas casos podría hacer frente a este virus sin necesidad de dosis de refuerzos, aseguran expertos en el tema. Por ende colocar nuevas dosis de refuerzos a la población en general no parecería ser del todo acertado, con excepción de aquellos con ciertas enfermedades que provocan inmunmodeficiencia y en adultas mayores. Falta mucho para conocer el comportamiento de la eficacia de las vacunas frente al coronavirus. Es necesario realizar más investigaciones para ver en qué medida las vacunas contra la covid-19 reducen la transmisión del virus.