Respuesta de la inmunidad en covid-19

LUIS COELLO KUON YENG
LUIS COELLO KUON YENG

La capacidad de generar una respuesta inmune duradera frente al coronavirus actual SARS CoV-2, ya sea por haber estado expuesto al virus y haber tenido la enfermedad o no haberse expuesto al virus y al haber recibido cualquier vacuna que se aplica; parecería ser no tan duradera y en vista de esto es que se ha planteado la necesidad de administrar dosis de refuerzo en los vacunados y vacunar a quienes han tenido la enfermedad.

Sin embargo aún datos claros y basados en evidencia científica no son del todo esclarecedores. Desde hace meses atrás la empresa Pfizer venía hablando de la necesidad de aplicar una tercera dosis y tras la aparición de la variante Delta todas las vacunas incluso las de una sola administración, se han decantado por decir que se necesita un refuerzo adicional. Un estudio publicado por la revista científica Scientific Reports de Nature Research ha demostrado por primera vez que las personas que pasan una infección de la covid-19 producen un tipo de células inmunes (células T) capaces de fabricar anticuerpos contra el coronavirus durante el resto de sus vidas. Una de las observaciones aparentemente inquietantes en personas infectadas por SARS-CoV-2 señalaba que su nivel de anticuerpos —proteínas capaces de evitar que el virus entre a las células— comienza a decaer pasados los cuatro meses.

La clave está en saber si a pesar de que los anticuerpos decaigan, el paciente ha desarrollado una respuesta inmune completa, que también incluye la creación de células T de memoria, capaces de recordar y eliminar el virus muchos meses e incluso años después de la primera infección. Varios estudios han demostrado que este es el caso, de forma que la gente que pasa la infección y la que se vacuna generan una respuesta inmune celular que les protege ante reinfecciones.

Ahora cobra mayor interés la existencia de estas células llamadas T, convirtiéndose en otra defensa inmunológica que puede persistir durante años, e incluso toda la vida y protegería al individuo de futuros contagios. Es a este nivel, el de las células T, que resulta interesante y esperanzador realizar futuros estudios.

Esto es muy esperanzador, ya que las dosis de refuerzos tan solo deberían ir a quienes presentan una deficiencia inmunológica: infección por VIH, insuficientes renales en diálisis, trasplantados, los que tiene cáncer o los que san biológicos.

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