Reactivación Económica ¿Mito o Realidad?

Parecería que vivimos en países diferentes ya que depende de quién dice, quien declara, quién cuenta y al mismo tiempo si tiene afecto o desafecto para acercarse o no a la realidad más cuando se trata de hechos económicos o políticos.

La única verdad irrefutable es que la vacunación fue un éxito, no a nivel mundial como se vanagloria el gobierno, pero de tremendas consecuencias humanas y económicas. En esto nadie, ni los más radicales opositores se han atrevido a negar, pero…….todo el sector salud sigue en crisis, la falta de medicinas, los hospitales construidos para robar y no para curar, el equipamiento aniquilado, hacen del sector una bomba de tiempo.

Es evidente que carecemos de una información pública válida y que se sujete a consecuencias políticas o legales cuando se alteran cifras o indicadores. No hay ya la obligación de decir la verdad, hoy solo se juzga delitos no responsabilidades políticas o morales.

La falsificación de cifras por 14 años parece una constante y más cuando se cree que es facultad de un gobierno que sin las formalidades legales califique la información de sensible o reservada y en casos extremos de secreta.

Ejemplo significativo es haber renunciado a la soberanía nacional, violar la constitución, sujetarse a jurisdicciones extranjeras, establecer condiciones de evidente robo, permitir la incautación de nuestros fondos soberanos, autorizar la tercerización del petróleo, retenerse comisiones millonarias sobre la venta del petróleo con la complicidad de todos los Ministros que han intervenido hasta la fecha.

Este mensaje sincrético presidencial al hablar de” las cadenas de corrupción “en clara referencia al principal beneficiario de cientos de millones en comisiones ilegales e inmorales, dejó a muchos anonadados.. Todo esto con un gobierno extranjero(China) cuyas condiciones no sólo siguen vigentes, sino que piensan ampliar por varios años más. La promesa presidencial que terminaría el secreto y se revelarían los nombres y los engranajes quedó, como ya parece práctica, en reseñas de éxitos imaginarios necesarios para justificar sus múltiples periplos al exterior.

LA DANZA DE LAS CIFRAS. –

Nadie puede decir que sus indicadores son reales ya que entre los mismos funcionarios públicos discrepan. Todos parten como todo nuevo gobierno rasgándose la vestiduras: que la mesa no quedó puesta, peor servida o que se ocultaron cifras, que no se contabilizaron obligaciones, que la deuda fue manipulada, pero son simples declaraciones justificativas de todos los políticos.

Las del Ministro Prado son diferentes a las del de Finanzas y qué decir con las del Ministerios de Trabajo. En las presentaciones el Presidente del Colegio de Economista fue glosado por el Ministro de Inclusión en el programa Políticamente Correcto y qué decir de un discurso de barricada de la asambleísta Andina Cristina Reyes. Quizás es positivo que ante la crisis que no sea el Presidente el único y que se permita espacio a sus colaboradores que respetuosamente debemos reconocer que algunos son más claros.

Igual entre el Ejecutivo y el propio INEC, pero hay realidades irrefutables que nadie puede ocultar. Es evidente que la macroeconomía exhibe cifras muy aceptables en lo fiscal.

La reducción del déficit fiscal es buena para exhibirla a nuestros acreedores, aunque no baje el riego país, pero no se dice que no existió inversión pública (60 millones en lo que va del año) frente a cuatro mil millones de gasto autorizado para contratación por la Contraloría, pero no pueden gastar, no saben o no quieren. La salud, educación, seguridad, justicia están en clara depresión, pero la burocracia que tanto daño hace al país no ha sido reducida ni el gasto innecesario.

Los indicadores que se exhiben no están ajustados con la inflación y por tanto todos tienen por lo menos un dos por ciento de destajo. Se dice que las ventas internas y los depósitos en el sistema financiero crecieron, pero nadie explica cómo se dieron cuando las cifras del empleo son desastrosas ya que confundir recuperación de empleos con la “creación” de nuevos empleos es definitivamente mentirnos.

La tasa de la Población Económica Activa es igual a la de marzo del 2021 y esta fue 5 % menor a marzo 2019 (al inicio de la pandemia) y 8 % respecto del año anterior. Dicen que los ingresos de los trabajadores crecieron al 7.22 pero callan y no aclaran que fue a valores nominales sin descontar la nueva inflación. Ha crecido la recaudación fiscal fruto de la criminal reforma tributaria, única en el mundo en una época de pandemia; todos redujeron impuestos para reactivar la economía.

Influyó el aumento de las exportaciones cuyo monto se incrementó afortunadamente en productos del agro, el precio del petróleo y el incremento de la exportación de camarón. Todo esto sin que el gobierno haya hecho absolutamente nada, sólo no gastar y recibió como premio una reforma tributaria tramposa. Todos estos ingresos suponen un mayor gasto y pago de IVA pero ninguno supone un aumento significativo del empleo, base de los ingresos de los ecuatorianos.

Al inicio del gobierno prometieron un crecimiento del 4 y 5 % del PIB, la realidad es un poco más de dos pero no se dice que los países vecinos crecieron hasta tres veces este valor y no es por milagro sino que implementaron política gubernamentales para afrontar la crisis, no para aumentar los beneficios a los sectores financieros.

Ellos dieron subsidios directos de desempleo, obligaron a que los sectores bancarios y financieros refinancien o amplíen plazo a los emprendedores, redujeron las tasas de interés, llegaron con créditos de reactivación.

Nosotros todo lo contrario en donde una desaforada banca jamás fue controlada u obligada a colaborar con la crisis tanto que ni la llamada banca pública lo hizo, y como se dijo del mismo gobierno la CFN dio créditos “a amigotes, compinches y comilitantes y a un solo cliente un crédito de 100 millones para un negocio fallido” pero no vemos a esa burocracia dorada enjuiciada o glosada.

Fueron y siguen siendo intocables, a la final como dice el dicho “ entre bomberos no se pisan la manguera”.
Todo el sector público, Iess, Servicios Públicos, Banca de Desarrollo, Organismos y Superintendencias, SRI, relaciones laborales, contrataron jorgas de amigos abogados para con la draconiana vara de la coactiva persigan, rematen o embarguen los bienes de las víctimas de la pandemia.

Esa es la gran solidaridad que reciben los sectores productivos medianos y pequeños que según las Cámaras cerraron más de diez mil negocios y emprendimientos, provocando más de un millón de desempleados.
En resumen, tenemos para los economistas y banqueros una casa en orden y veamos si sirve ser obsecuentes con el FMI y si sus políticas sirven a la gente.