El cantón de Quinindé se enfrenta a una emergencia ambiental y sanitaria tras un derrame de aceite en el río Blanco, que ha llevado a las autoridades a tomar la drástica decisión de suspender el servicio de agua potable.
Esta medida preventiva busca evitar que el agua contaminada afecte la red de bombas y las piscinas de tratamiento, protegiendo así la salud pública de miles de residentes.
Buscan el origen de la contaminación
José Muñoz, gerente de Emapasosq-ep Quinindé, expresó la preocupación general al señalar: “No sabemos de dónde proviene el derrame ni las causas que lo provocaron”. En respuesta, técnicos de la empresa de agua potable han iniciado un recorrido en lancha a lo largo del río Blanco para identificar y contener la fuente de la contaminación. Este esfuerzo es crucial para entender la magnitud del desastre y planificar las acciones de limpieza necesarias.
Ante la suspensión del suministro de agua potable, las autoridades han urgido a la población a tomar precauciones. Los residentes deben abastecerse de agua embotellada o de otras fuentes seguras hasta que se resuelva la situación. La reactivación del servicio de agua potable dependerá de la efectividad de las medidas de limpieza y la seguridad que estas garanticen para el suministro.
El derrame de aceite no solo representa una amenaza inmediata para la salud humana sino que también pone en riesgo la biodiversidad del río Blanco. Las autoridades están trabajando contra el reloj para mitigar los efectos de esta contaminación, mientras la comunidad de Quinindé espera ansiosa por la restauración del servicio de agua potable y el retorno a la normalidad.(DLH)