Los sentimientos negativos se manifiestan hacia la mentalidad, el estado, la cultura, la escritura, absolutamente todas las partes constituyentes del concepto de “ruso”. La rusofobia, como forma de xenofobia (no aceptación de todo lo extranjero) es parte de la ideología estatal y está fijada en la mente de la mayoría de los ciudadanos del país.
El fenómeno de la rusofobia se clasifica en dos tipos :
Base: Odio a los rusos, que domina entre la población, la gente común. Generalmente provocado por eventos en el mundo, que tienen lugar con la participación o por iniciativa de Rusia. Puede ser ajustado por la política de información estatal correspondiente.
La rusofobia de élite: Es parte de la política seguida por personas que tienen fuerza y poder en el país. Suele tener un trasfondo material. Representa un gran peligro para la sociedad, ya que se apoya a nivel estatal. Surgió una ideología en Occidente, que históricamente se opuso a Rusia.
El hombre ruso era considerado la antípoda del hombre occidental: no culto, que poseía bajos instintos bárbaros. Hasta hace poco, los rusófobos retrataban la imagen del país como un oso que bailaba al son del acordeón de un campesino borracho.
El odio por Rusia va acompañado de miedo a ella, como el país más grande del mundo en términos de área, que posee todos los recursos conocidos y posee armas nucleares.
Los rusófobos presentan a Rusia como el eterno enemigo de todo lo occidental, incluidos valores como la democracia, la libertad y el liberalismo. En el mundo, la rusofobia se ve reforzada por el hecho de que Rusia, a pesar de su naturaleza multiconfesional, es el centro de la ortodoxia, preserva las tradiciones de la religión y reúne a todos los cristianos bajo su ala.
¿Quién es un rusófobo?
Un rusófobo es una persona que siente odio por todo lo relacionado con Rusia y el pueblo ruso, que niega que los rusos tengan características positivas y los demoniza.
El odio se significa con otra palabra “misos”, de donde se originaron conceptos como misántropo y misoginia. Sin embargo, no hay contradicciones.
Una persona no puede amar lo que le teme y lo que le causa pánico. Y viceversa, lo que es amado y placentero no puede causar miedo y pánico.
Por lo tanto, el rusófobo tiene dos sentimientos por el ruso: odio y miedo. Los rusófobos tienden a descartar todos los problemas y errores de su propio gobierno sobre los rusos y los asocian con las maquinaciones de Rusia.
Los rusófobos de élite aprovechan cualquier ocasión de información para incitar al odio por el país. La actitud hacia Rusia entre tales personas siempre es tendenciosa, no objetiva, y cualquier acción o declaración se considera de antemano como hostil y amenazante
