Productores de maracuyá trabajan a pérdidas

CULTIVO. Los productores de maracuyá buscan mecanismo para que se les pague un precio justo.
CULTIVO. Los productores de maracuyá buscan mecanismo para que se les pague un precio justo.

En la provincia de Esmeraldas  habría una producción semanal de aproximadamente 800 mil  kilos de maracuyá, que se venden en una sola empresa.

Un productor para cosechar un kilo de maracuyá debe invertir 30 centavos pero el intermediario le paga 18 centavos por un kilo de la fruta; siendo el costo de producción más alto que el que reciben por el producto; es decir que el agricultor pierde por cada kilo 12 centavos de dólar, explica David Ponce, vicepresidente de la Asociación de maracuyeros de la parroquia La Unión, cantón Quinindé, provincia de Esmeraldas.

El bajo costo no es nuevo, pero en los dos últimos dos años, el precio no ha llegado ni siquiera a los 30 centavos el kilo; en las últimas semanas ha variado entre 18 y 20 centavos que es lo que pagan los intermediarios, quienes a su vez entregan la maracuyá a una sola empresa.

En la provincia de Esmeraldas se estima que haya 2.200 hectáreas se sembríos de maracuyá y el 80% se concentra en la parroquia La Unión del cantón Quinindé. Los productores de esta zona se sienten perjudicados porque se les está pagando la fruta por debajo de los gastos de producción.

Descontento

Por ello, el  pasado 9 de marzo se reunieron con Rider Sánchez Valencia,  director distrital  del Ministerio de Agricultura y Ganadería  (MAG) de Esmeraldas. Ahí expresaron su inconformidad debido a que no  tienen rentabilidad económica al momento de vender la fruta porque no les pagan un precio justo.

Para el representante del MAG, el bajo costo también está relacionado a la calidad de la fruta. Asimismo explica, que hay que tomar en cuenta otro factor, que en Europa y Estados Unidos donde más se exporta la pulpa de maracuyá, en los meses fríos baja el consumo y por ende disminuye el precio por la poca demanda internacional.

Sin embargo, para él es importante buscar los mecanismos para que los productores no sigan trabajando sin obtener ganancias. En ese contexto, acordaron realizar un censo para determinar con exactitud el número de hectáreas, productores y el volumen de producción. Esta labor está prevista iniciar la semana próxima y en un promedio de 15 días estarían los resultados.

Acuerdos

Otro de los acuerdos, es ofrecer talleres y capacitaciones para mejorar la cosecha y la calidad de la maracuyá, y hacer un acercamiento con la industria y traer otras a la que se le ofrecería volumen y calidad  para que el agricultor tenga otras alternativas dónde vender al precio que estime conveniente.

Según Rider Sánchez, también analizan establecer líneas de crédito ágil y ofrecer asistencia técnica con personal de BanEcuador, Agrocalidad, Ministerio de Agricultura  y del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) para acceder a semillas certificadas y garantizar la calidad. “Actualmente pueden comprar plantas de maracuyá en cualquier vivero pero eso no lse garantiza tener una buena producción”, dijo. (MBC)

Según el director distrital del MAG, Rider Sánchez, realizan controles en los almacenes agrícolas a fin de regular el precio de los productos que utilizan en los cultivos para no afectar más al agricultor.

Oferta y demanda

La maracuyá se vende de acuerdo con la libre oferta y demanda, y eso no permite  establecer un precio mínimo de sustentación, como se lo hace con otros productos. “Como autoridad agraria los que buscamos es que el productor tenga un precio justo que por lo menos cubra los costos de producción y tengan una rentabilidad considerable”, manifestó Rider Sánchez Valencia.