Primer Año: Del dicho al hecho

La primera vuelta electoral dejó anonadados a los candidatos y a los expertos políticos. El representante del correísmo, desconocido, un simple firmón y demagogo de pacotilla, pródigo en ofertas torpes y pese a los juicios y sentencias por el saqueo y robos que cometieron, llegó en primer lugar.

El empate técnico entre el candidato Lasso y Yaku desconcertó a la derecha ecuatoriana y el repunte insólito de una Izquierda Democrática comprometida en muchas lides con Correa y su burocracia, con su candidato sin trayectoria, pero con una campaña innovadora. Fueron sus coidearios los más sorprendidos.

Constataron los submundos que tenemos y los ajustes fueron urgentes y empezaron con las primeras promesas solemnes no cumplidas. Lasso y Pérez acordaron solemnemente un proceso de recuento total de las votaciones y una transparencia en el proceso para enfrentar conjuntamente la arremetida de la Revolución Ciudadana.

A las pocas horas el acuerdo fue roto por Lasso y se vio obligado a celebrar, con Notario incluido, un nuevo acuerdo con el Partido Social Cristiano llamado programático y supuestamente no incluía la posibilidad de cogobernar y con líneas rojas frente a la no creación de más tributos y el robustecer los gobiernos seccionales.

Los dirigentes Provinciales, a regañadientes, iniciaron la unificación de la campaña y Lasso desesperado no le quedó más que aceptar y le vino como premio un equipo de expertos allegados por décadas con Nebot y de primer nivel que encabezado por Durán Barba, incorporó a jóvenes expertos en redes sociales.

Este paquete venía con sonados éxitos y evidentes fracasos disimulados ya que la campaña para Alcalde de Quito con el General Moncayo inició con cerca de la mitad del electorado a su favor y fue estrepitosamente derrotado.

Lasso que había desechado algunas ofertas, sugerencias e insistencias de este grupo, aceptó a un elevado costo y sin tener mucho que perder planificaron exitosamente no solo una campaña sino la modernización del candidato, “inclusión” como promesa de campaña, hablar del encuentro con la sola exclusión de los ladrones , una apertura a nuevos sectores que habían votado en contra del correísmo y prometiendo que tenía supuestamente capacidad para cambiar.

Disfrazado con blue jean descoloridos (de los que usan los millonarios en USA), zapatitos de colores vistosos, ropa deportiva y hasta gorras y olvidándose de usar medias ,arrancó su campaña y que luego de más de diez años de ser candidato entendió que debía ofrecer todo lo que los expertos le recomendaron aunque no crea en ellos o a sabiendas que jamás rompería sus prejuicios por cumplir fofas ofertas de campaña.

A la final el equipo de expertos sabía crear presidentes pero también jamás han logrado crear buenos gobiernos.
El lanzamiento de su nueva campaña arranca desde la capital, ciudad en la que actualmente parece trabajar ya que ha pasado en todo el año solo tres fines de semana.

Las Promesas

Dicho por el actual Presidente el último día del año 2020, desde Quito, “desde el Ichimbía prometió el cambio para avanzar y que su escasa votación se vio sumada por todos quienes no votaron por él sino en contra de los catorce años de saqueo, así como sus abusos incalificables. Sumatoria que parece olvidar en el ejercicio de su mandato.

Un discurso de promesas a favor de los desempleados, apoyo a los sobrevivientes, a los que “perdieron su trabajo, a los que cerraron sus emprendimientos y postergaron sus sueños.. un voto por los que viven en la pobreza, por las mujeres que quieren seguir adelante…”

Vamos a rescatar a nuestro país, hemos recorrido el país y espera que los saquemos del desastre de los 14 años termine. Rescatar de la inseguridad, proteger a la familia.

Terminar con la corrupción, deberán devolver el dinero mal habido y crear un país para todo los ecuatorianos, en especial énfasis a la mujer ecuatoriana, a las madres solteras, a las abandonadas por sus esposo, las que viven con un dólar al día… etc etc.

Es decir, todas las promesas y compromisos como todo candidato que se precie de engañar a sus electorados.

Un acuerdo tácito con la izquierda sobre las fuentes de agua, una limitación a la minería metálica, la defensa de la naturaleza y de las luchas ambientalistas, la consulta obligatoria y vinculante para las nuevas concesiones petroleras y mineras.

El respeto a la mujer en su derecho para resolver sobre su cuerpo, reverencia a la diversidad de género y la inclusión del feminismo en su gobierno pero inició con un gabinete con una minoría en los puestos de poder y se inició el desencuentro.