La Unidad Educativa Cornelio Drouet de Tachina requiere docentes mientras que el antiguo plantel particular Francés de Esmeraldas representa guarida de antisociales tras su abandono
En la parroquia Tachina se encuentra el plantel Cornelio Drouet que atraviesa una encrucijada por la necesidad de incorporar docentes a sus instalaciones para que los alumnos se formen a tiempo completo. Pero eso no es posible porque ante el déficit de personal los hijos son enviados a media jornada.
No es la primera vez que Tachina exige atención en sus unidades educativas, durante el mes de junio del presente año la comunidad alzó su voz exigiendo atención a este sector y 6 docentes, donde el director distrital de educación, David Gallardo, se habría comprometido a dotar de 3 docentes, sin embargo al plantel se envió otra directora cuando Amado Tobar era el titular, hoy en día ya abandonó el cargo Tobar.
Problemática
Además otra de las problemáticas que atraviesa la institución educativa es la inseguridad en vista que los huecos que contienen las paredes del cerramiento estarían siendo utilizadas para el tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, esto obligó a que padres de familia e instituciones trabajen por mejorar el perímetro escolar para evitar que los alumnos se inmiscuyan en los actos delictivos o se fuguen del plantel.
Cristian Mendoza, presidente del comité central de padres de familia del plantel, destacó que es un problema grande de drogadicción que se pasaría por los huecos de las paredes las cuales ya están siendo intervenidas de apoco por los padres de familia voluntarios que construyen parte del cerramiento. Además el comité central y policía nacional actualmente ejecutan un grupo de seguridad en los exteriores de la institución educativa.
Con respecto a la falta de docentes Mendoza señaló que hoy en día se cuenta con dos profesores y para el 15 de agosto se prevé incluir un tercer docente en el plantel.
Unidad particular Francés
Por otro lado también está la unidad educativa particular Francés, ubicada en el cantón Esmeraldas, específicamente en el sector La Pradera. Una zona que ha evidenciado el deterioro de lo que fue hace años un centro educativo de calidad y que hoy sólo quedan las ruinas de su infraestructura.
El lugar está lleno de maleza, con un cerramiento que se va desquebrajando entre el sol y la lluvia sin puertas, ventanas ni techado porque los amigos de lo ajeno se han sustraído lo poco que quedaba en el plantel. Esta zona en deterioro representa un foco de inseguridad para la comunidad que transita y se transporta por dicho lugar al estar ubicado en una arteria víal, tal es el caso que la última semana la policía nacional mientras hacía un barrido de búsqueda de un desaparecido evidenciaron como antisociales atacaron con armas a los uniformados.
Del lugar sólo quedan las ruinas, un espacio verdoso que bien se podría convertir en la guarida fija de personas para pernoctar o consumir sustancias estupefacientes, problemática que requiere ser atendida para evitar consecuencias a futuro. Lucia, moradora, refiere que en el sector habitan niños y mujeres y el espacio abandonado da mala imagen al sector y resulta peligroso más en la noche porque los pillos se reúnen a delinquir cuando nadie los ve.