Piel de mariposa, enfermedad poco conocida

La epidermólisis ampollosa (EA) es una enfermedad que engloba un grupo de desórdenes determinados genéticamente y que se caracterizan por la excesiva fragilidad de la piel y las mucosas ante traumas mecánicos mínimos.

Las ampollas pueden aparecer en respuesta a una lesión menor, incluso al calor, la fricción por rozamiento, al rascarse o por usar cinta adhesiva. En casos graves, las ampollas pueden aparecer dentro del cuerpo, como en el recubrimiento de la boca o del estómago.

Enfermedad

La mayoría de los tipos de epidermólisis ampollosa es hereditaria. Por lo general, este trastorno se manifiesta durante la infancia o los primeros años de vida. Algunas personas no manifiestan signos y síntomas hasta la adolescencia o la edad adulta temprana. La epidermólisis ampollosa no tiene cura, aunque las manifestaciones leves pueden mejorar con la edad. El tratamiento se centra en la atención de las ampollas existentes y la prevención de la aparición de ampollas nuevas.

Síntomas

Alguno de ellos son: Piel frágil que se ampolla con facilidad, en especial, en manos y pies, uñas gruesas o que no se forman, ampollas en el interior de la boca y la garganta. Engrosamiento de la piel en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, ampollas en el cuero cabelludo, formación de cicatrices y caída del cabello (alopecia cicatricial), piel muy delgada (cicatrización atrófica), pequeñas protuberancias blancas en la piel o granos (milia o acné miliar), problemas dentales como caries a causa de esmalte dental mal formado. Dificultad para tragar (disfagia), picazón y dolor en la piel.

Es posible que las ampollas de la epidermólisis ampollosa no aparezcan hasta que un niño comienza a caminar o hasta que un niño mayor comienza nuevas actividades físicas que provocan fricción más intensa en los pies.

Prevención

No es posible prevenir la epidermólisis ampollosa. Sin embargo, puedes tomar medidas para prevenir ampollas e infecciones. Trata a tu hijo con cuidado. Tu bebé o tu niño necesita abrazos, pero debes ser muy cuidadoso. Para alzar a tu hijo, colócalo sobre un material suave, como algodón, y sostenlo por debajo de los glúteos y detrás del cuello. No levantes a tu hijo por debajo de los brazos.

Ten cuidado especial con la zona del pañal, si tu hijo usa pañales, quita las bandas elásticas y evita utilizar toallitas de limpieza para bebés. Forra el pañal con un vendaje no adherente o coloca una capa gruesa de pasta de óxido de cinc. Mantén tu hogar fresco, ajusta el termostato para que tu hogar permanezca fresco y la temperatura sea estable, mantén la piel humectada, aplica suavemente lubricantes, como vaselina.

Viste a tu hijo con ropa suave, usa ropa suave que sea fácil de poner y sacar, puede ser útil quitar las etiquetas y poner la ropa con las costuras hacia afuera para minimizar el rascado, prueba a coser almohadillas en el forro de la ropa a la altura de los codos, las rodillas y otros puntos de presión. Si es posible, utiliza calzado blando especial.

Evita el rascado recorta las uñas de tu hijo en forma regular, considera ponerle guantes a la hora de dormir para ayudar a evitar que se rasque y se infecte, alienta a tu hijo a ser activo. A medida que tu hijo crece, incentívalo a que realice actividades que no provoquen lesiones en la piel. La natación es una buena alternativa, los niños que tienen formas leves de epidermólisis ampollosa pueden proteger la piel con pantalones y mangas largas cuando realizan actividades al aire libre.