Gonzalo Sevilla Miño | [email protected]
Pintor, arquitecto y maestro, fue el cronista de las ciudades patrimoniales de América Latina, África, Asia y Europa, luego de que la UNESCO le pidiera que, desde su particular perspectiva, plasmara en acuarela, la belleza de rincones de urbes de los cuatro continentes mencionados. Nos referimos a Oswaldo Muñoz Mariño, riobambeño que nació el 24 de diciembre de 1923.
Gran parte de su vida la realizó en México, ciudad en la que compartió escenarios con pintores de la talla de Diego Rivera, Siqueiros y Frida Kahlo. Muñoz Mariño demostró su vocación hacia la docencia. Fue profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, también lo fue de la Universidad de Chile y en algunas facultades de arquitectura y construcciones escolares de Sudamérica.
Su obra y sus maravillosas acuarelas
Oswaldo Muñoz Mariño decía que, cuando un objetivo impacta, hay que lanzarse sobre él. Fue un pintor que, a lo largo de su prolongada existencia, siempre mantuvo intacta su pasión por el dibujo y la acuarela. Todos los sábados, junto a un grupo de estudiantes de arquitectura recorría el centro histórico de Quito, sus barrios tradicionales en busca de una plaza, un parque, una casa, una calle para dar rienda suelta a su inspiración.
Fue un artista que nunca dejó de pensar que sus dibujos tenían vida. Muñoz Mariño recorrió más de un centenar de ciudades y, algún crítico especializado, afirmó que:
“Su manejo de la acuarela es sutil, delicado; hay una transparencia absoluta, cristalina, la firmeza del pincelazo que define, forma y precisa color; todo está dicho, pensado, proyectado para que la primera intención se transforme en el arte que nos ofrece y emociona”.
El gran maestro Siqueiros señaló: “que valoraba su capacidad de meter el aire en sus cuadros”; es decir, de dotar de una personalidad única a cada paisaje. La formación académica del maestro se remonta a 1937 cuando toma parte activa en una exposición en la Casa de la Cultura en donde participa en la creación de “Ecuador en Gráficos”.
Posteriormente adquiere experiencia en Guayaquil en proyectos clave como las carreteras Guayaquil Salinas y Quito Esmeraldas.
Tenía mucha habilidad para el diseño de edificios mientras trabajaba en una firma de ingenieros. Pero su verdadera aspiración era ir a estudiar en México.
En 1945 consiguió viajar a México gracias a una recomendación de Benjamín Carrión. Allá demostró sus habilidades actuando como dibujante de planos para luego graduarse de arquitecto y haber dejado una marca con su tesis sobre el plan de la nueva ciudad de Potrero de la Cruz.
En un gran trabajo realizado por varios autores de la Universidad Nacional de Chimborazo, titulado Oswaldo Muñoz Mariño: El Arte del Viaje en la Formación de un Visionario, se resume y se analiza el papel transformador de los viajes en la configuración artística y arquitectónica de Oswaldo Muñoz Mariño.
La gran influencia que recibió de figuras influyentes como Frida Kahlo, Leonardo Tejada y Josef Albers durante sus extensos viajes, se sigue el desarrollo del formidable acuarelista.
Afirman los articulistas que su intención con ese trabajo fue arrojar luz sobre la trascendencia de Muñoz Mariño como uno de los arquitectos más destacados del Movimiento Moderno en el Ecuador.
En 1976, luego de haber destacado brillantemente como arquitecto, cerró su estudio y se enfocó en la pintura y sus obras se exhibieron internacionalmente. En 1991 adquirió una casa en Quito que se convirtió en el Museo de Acuarela y Dibujo que lleva su nombre y que está ubicado en tradicional barrio San Marcos. Su obra abarca casi dos mil cuadros entre acuarelas, dibujos y grabados.
En el museo se resguarda 400 obras. Además, fue el lugar en donde impartió un total de 423 talleres de acuarela y dibujo que llegaron a contar hasta con 8.505 alumnos; y, 28 talleres para 204 jóvenes con discapacidad. (Referencia: El arte y cultura nacional e internacional despide al acuarelista ecuatoriano Oswaldo Muñoz Mariño. Servicio Nacional de Derechos Intelectuales)
Homenaje póstumo
El diario La Hora, en su edición del 24 de febrero de 2016, publica una completa semblanza del gran artista, como un homenaje póstumo a su fértil vida, calificándolo como el más importante acuarelista del Ecuador, reconocido internacionalmente.
El artículo mencionado recoge testimonios de su esposa y de sus hijos:
«“Fue mi compañero, amigo, profesor durante 61 años que estuvimos casados”, menciona entre lágrimas Cristina Chequer esposa del artista ecuatoriano Oswaldo Muñoz Mariño.
«En el año 2013, fue la última vez que tomó un pincel entre sus dedos, una enfermedad empezó a tomar su cuerpo y desde ese momento tuvo que sobrellevar una vida no tan fácil. Aunque siempre cuidada de su amada esposa, este tiempo no le fue muy agradable».
Según Martín, uno de sus hijos, cuando don Oswaldo tenía doce años, “perdió a sus padres, con todos sus hermanos tuvo que pasar de una vida muy acomodada a la miseria, de ahí que, su padre tenía una rabia intensa”.
Luego de haber perdido a sus padres, Muñoz Mariño tuvo que, al sufrir una pérdida tan grande, armarse de valor y todo lo sobrellevó gracias a la pintura.
“Creo que cuando uno es niño y pasa todo lo que tuvo que pasar mi padre, es una especie de morir y, ahí lo que le salvó fue la pintura. Pudo salir de ese agujero con su pintura, fue como su droga”, asegura su hijo. Dice también que, el gran artista, guardaba un temperamento fuerte y exigente, y que fue gracias a eso que todos, él, y sus hermanas, Carmen y María Rosa, lograron alcanzar altas metas a nivel profesional.
Y, ahora, desde un lugar muy especial, y a lo mejor pueden ser esos paisajes del Centro Histórico, que tanto le gustaban dibujar al maestro, una nueva luz se ha encendido para que todos esos niños que asistían a los talleres de su museo, que sueñan en seguir sus pasos, sean cobijados con su pincel.
Falleció el 20 de febrero de 2016 en la ciudad de Quito a los 93 años de edad.
Premios
- – En 1955 ganó el Premio Anual de Acuarela del Colegio de Arquitectos de México.
- – En Ecuador fue galardonado con el Premio Nacional de la Cultura Eugenio Espejo, en 1999.
- – Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en 2014.
Gonzalo Sevilla Miño | [email protected]