TRABAJO. Una de las particularidades del vendedor ambulante, es su actitud, herramienta clave para llamar la atención de sus compradores, por mas difícil que sea la situación, siempre lo hacen con ánimo y valoran lo mínimo que se les entrega, pues saben lo complejo que es conseguirlo.RIESGOS. No importa la edad, cuando eres de bajos recursos económico hasta el mas pequeño suele estar ‘obligado’ a aportar, mientras lo hace va perdiendo su etapa de niñez.NECESIDAD. A pesar de la pandemia las personas sin dependencia laboral se vieron obligadas a salir a trabajar a las calles, pese al riesgo de contagio por estar en frecuente contacto con varias personas.CAMBIO. Con la llegada de la pandemia la población se adaptó a quedarse más tiempo en casa, pero otros se olvidan de esa opción y salen a las calles a buscar el dinero para la comida de su familiaDILEMA. Algunos vendedores informales, no todos del Ecuador, se ven obligados a pasar todo el día en la calle, por lo que aumenta su grado de vulnerabilidad a todo tipo de riesgos de contagio; no hacerlo podrían provocarle hambre extrema.
En el día a día se observan a niños y adultos con mascarillas ‘gastadas’ realizando sus actividades diarias en las calles de la ciudad de Esmeraldas que agrupa 2.119 casos Covid-19 de los 4.518 de la provincia. Todos coinciden que sino trabajan no comen. (MGQ)
