Hoy se cumplen siete años del incendio que destruyó casas patrimoniales. 18 años antes el fuego se llevó vidas.
Era miércoles y la tarde estaba con su esplendor cuando una explosión activó todas las alertas de comerciantes, compradores, policías y bomberos que transitaban dentro del cuadrante de las calles: Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Manuela Cañizares y Mejía, zona céntrica de la ciudad de Esmeraldas, inmediaciones de la Gobernación y de dos entidades financieras.
Una de ellas, la sucursal del Banco Internacional que sucumbió ante el fuego, lo mismo ocurrió con una farmacia y casas patrimoniales usadas como locales de arriendo en la época. El incendio avanzaba y los bomberos hacían lo que podían.
Sí, lo que podían frente a sus limitaciones logísticas como no tener una autobomba con escaleras telescópicas que les permitiera ascender y desde las alturas sofocar eficientemente la llamarada que atacaba con fuerza la parte alta de las infraestructuras.
Las necesidades
Siete años después siguen con dos autobombas donadas luego del dantesco incendio del 26 de febrero de 1998, y nada más. Ese día fue de terror. El poliducto y oleoducto de la Refinería de Esmeraldas por donde fluyen los derivados del petróleo se rompió y provocó un incendio que incluso navegó sobre los ríos Teaone y Esmeraldas.
En ambas orillas habitaban y habitan familias. En esa época algunos no lograron huir, por lo que perdieron sus vidas en el intento, otras viven con las secuelas físicas y emocionales de sentir las llamas en sus cuerpos.
Esa tragedia dejó en evidencia la imperiosa necesidad de tener un Cuerpos de Bomberos mejor acondicionado, por cuando la ciudad de Esmeraldas está rodeada de Terminal gasero, puertos, gasolineras, termoeléctricas, tuberías transportadoras de petróleo y edificios de oficinas y familiares.
Al hablar con los bomberos coinciden que están preparados para atacar incendios industriales, estructurales y ambientales. Confirman que sí les hace falta equipamientos modernos que reduzcan los riesgos de muerte y aumenten la posibilidad de que las destrucciones materiales sean menores, herramientas, vehículos polivalentes y motobombas con las escaleras telescópicas.
¿Todo un éxito?
Luego del incendio de la calle Simón Bolívar, donde ahora se están los comerciantes afectados hace siete años y otros que llegaron, la Gobernadora de la época, dijo que “todo fue un éxito”, refiriéndose a que producto de las lenguas de fuego no se reportaron pérdidas de vidas humanas. Su frase causó rechazo.
En mayo de 1953 un voraz incendió destruyó casas en lo que hoy es el conocido como ‘Barrio Caliente’.Otra autoridad de la misma institución, en otra ocasión afirmó públicamente que se había hecho el pedido al Presidente para que se atienda a los bomberos, pero la realidad es que los de la casaca roja siguen acudiendo a las emergencias en el balde una camioneta y a los incendios con las mismas autobombas de hace casi 25 años. (MGQ
Destrucciones del incendio de la Bolívar
16 departamentos de arriendo en la Mutualista Benalcázar
12 locales comerciales
5 viviendas
14 oficinas
1 farmacia
2 bodegas
1 agencia del Banco Internacional
Las secuelas del incendio del 98
29 personas fallecieron
11 millones de indemnización la cual no se ha entregado al 100%
Decenas de casas afectadas.
Lluvia ácida en la ciudad.
Cicatrices físicas y emocionales.