Solvencia y quiebra

La mayoría de hombres, y países exitosos, han tenido sueños, proyectos, constancia para alcanzar sus objetivos. Onasis, emprendedor inquieto por la riqueza, ganó los primeros pesos argentinos lavando platos, logró una fortuna inmensa. El ecuatoriano Luis Noboa, se inició vendiendo periódicos, llegó a ser rico. Una ciudadana anónima China, vino a España a trabajar como mesera, le daban uniforme y comida, ahorró durante 15 años, y luego compró su primera casa rentera, actualmente es muy solvente.

Los ejemplos citados tienen la misma teoría, trabajo ahorro, y cuando se es millonario darse los lujos personales. Malas políticas llevaron a la quiebra a países como Japón, Alemania, Portugal y Ecuador, entre otros, los tres primeros aplicaron la filosofía de Shakespeare “Los hombres inteligentes no se sientan a lamentar por lo que han perdido, sino que se proponen recuperarlo”, cada uno encontró su propia técnica, pero ahora exhiben solvencia, utilizando mayor tiempo de trabajo y austeridad en el gasto. Ecuador sigue hundido en el hoyo de la corrupción. No debemos descuidar: voluntad, decisiones acertadas, sacrificios, honestidad, y creatividad. Hace aproximadamente catorce años, el Ecuador lleva una vida tormentosa con cuervos en el gobierno, y ladrones que se llevan el país en peso, la justicia en base a tanta exigencia pública ha castigado con prisión a Jorge Glas, Rafael Correa, y Alexis Mera, pero dónde está la plata y cómo procedemos a su recuperación. El tema de conseguir crédito externo tiene que ser transitorio, es tiempo de buscar emprendimientos que nos ayuden a recuperar lo perdido. Empecemos dando seguridad jurídica para confianza de los inversionistas, para crear trabajo, producción y riqueza. .

Armando Daza Quiñónez

[email protected]