No al regalo de la refinería esmeraldeña

La entrega de la Refinería de Esmeraldas, en servicio al país desde la década de los 70 a un postor privado, no ha sido desvirtuado hasta el momento y por el contrario el Presidente Lenín Moreno ha ratificado este deseo de su gobierno y la provincia perderá su principal fuente de empleo, cuando tal transacción no le producirá ningún beneficio a la nación.

Entregar los bienes de un país a empresas particulares –nacionales o extranjeras- no han producido ningún provecho a los Estados que han procedido en tal sentido. Las obras que las naciones construyen se constituyen en reservas de sus pueblos, pues no siempre se dispone de grandes capitales donde los recursos son escasos. La experiencia ha señalado a nivel universal que la concesión de grandes empresas no equivale a otro proceder que a un regalo, sin provecho para el pueblo. En ciertos casos es un despojo censurable, del cual sólo obtiene beneficios el que recibe “en donación” la propiedad altamente valorada y sin posibilidades de recuperar el capital invertido.

En la Refinería de Esmeraldas trabaja un sector numeroso de obreros y técnicos, muchos con formación de alto nivel educativo, cuyos ingresos han sido determinantes para poseer un respetable grado económico, para provecho de sus familiares y para toda la comunidad de esta provincia. La concesión sería un golpe irreparable para el sector del norte del territorio ecuatoriano, cuyos ingresos generales mermarían significativamente.

Por los motivos expresados y muchas otras razones , los trabajadores de ese complejo industrial han expresado su enérgico rechazo al regalo de la empresa, por no existir razones valederas para proceder de la manera expresada. Los dirigentes obreros y campesinos se hallan en conversaciones con los representantes de todas las instituciones esmeraldeñas para manifestar su rechazo a este intento de entregar la principal empresa de la región a manos privadas, siempre deseosas de usufrutuar lo que el pueblo consideraba como reserva y beneficio de la mayoría de sus integrantes.

Edgar Quiñones Sevilla