Imperio racista

El lingüista, filósofo y destacado intelectual estadounidense Noam Chomsky, sostenía: “Son cuatrocientos años de brutal represión: primero, el más feroz sistema esclavista de la historia humana, que proporcionó buena parte de la base del crecimiento económico y la prosperidad de los Estados Unidos”. Los anglosajones se consideraron superiores a negros, indios, amarillos, mestizos. A los negros los convirtieron en esclavos, al latinoamericano lo miran con desprecio por ser “una raza inferior”, pero útil como mano de obra barata. El poder económico, político y militar se construyó gracias al trabajo de afroamericanos, latinos migrantes a los que odian ciertos norteamericanos con Trump y la “supremacía blanca” a la cabeza. El imperio es racista.

El capitalismo se construyó sobre la base de la explotación racial. El pensador Cedric Robinson, acuñó el concepto de “capitalismo racial” para indicar que siempre estuvo hermanado con el racismo desde su comienzo. Sostiene que capitalismo y esclavismo surgieron juntos, “en el mismo momento del desarrollo de la economía política occidental”. El historiador Robin Kelley, afirmaba: “no existe el capitalismo no racial” y menos el imperialismo no racial. “Hudson defiende que los cimientos para el capital financiero en las líneas del frente del imperio informal de Estados Unidos, era la supremacía blanca”.

La doctrina Monroe: “América para los americanos”. Latinoamérica y el Caribe “les pertenece” aunque sea habitado por indios, negros y mestizos que como inferiores no saben lo que es libertad, derechos humanos y democracia. Por eso hay que invadirlos, para explotar los recursos naturales que ellos no pueden usar, y para enseñarles lo que es la democracia, dicen. Entonces imponen dictaduras o gobiernos lacayos.