Un planeta limpio

El filósofo griego Aristóteles dijo: “En toda la naturaleza existe algo de maravilloso”. Estas expresiones guardan ciertamente identidad con todas las imágenes naturales que encontramos dentro de nuestro planeta tierra. Si damos una mirada a los bosques lluviosos y al río mar Amazonas con sus afluentes ríos Negro y Paraná, su riqueza acuática y terrestre en su orden va desde lobos, anguillas, hasta los más variados peces que podamos imaginar y animales silvestres desde un mono, papagayos, hasta tigres, leones y aves de los más variados colores y trinos; comprenderemos que el fundamento de la tierra es realmente extraordinario, admirable, infinito, pictórico e inspirador así como muy acogedor para el ejercicio de la vida; con estas motivaciones experimentaremos emociones de alegría, que a no dudarlo fortalecen nuestro sistema inmunológico. Las maravillas del planeta no solamente se encuentran en la selva, ríos, especies y pintura natural sino también en la energía y fuerza transformadora y purificante de sus componentes planetarios y su entorno, al punto que, en un poco más de un mes, la fauna, flora y oxígeno, se han restablecido; las plantas lucen con mejor verdor y mayores frutos, las especies animales terrestres y acuáticas se han multiplicado en abundancia, el oxígeno se ha purificado espontáneamente y ahora no solo tenemos un cielo azul transparente sino que, respiramos aire saludable. Esta tregua laboral obligatoria ocasionada por el COVID-19, nos está quitando la vida, pero también nos está dando lecciones y pruebas suficientes para que las industrias pesadas inclementes, los automotores sin filtro y la conducta humana extremadamente ambiciosa, desordenada y sin cultura de higiene tendrán que limitarlas a una nueva funcionalidad, incorporando un diferente estilo de vida, que comprende bajar las revoluciones de las máquinas y regular nuestras ambiciones y mezquindades políticas, que se ubiquen con una economía sostenible que permita cubrir necesidades humanas de comodidad, sin carestías ni exageraciones que permitan solvencia a tono con la época. Olvidemos los extremos de izquierda y de derecha, busquemos una tercera corriente política que permita un efectivo equilibrio en la producción, en el trabajo, en las clases sociales y en la vida.

Armando Daza Quiñónez

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